Imagen aérea de la ubicación de la marina. Javier Martín

La Marina y el complejo hotelero de Playa Granada costarán 129 millones de euros

El futuro puerto, que estará dividido en dos dársenas por un puente peatonal, tendrá un impacto de 265 millones y creará más de 683 empleos

Domingo, 17 de abril 2022, 00:22

Granada cuenta con el mismo número de amarres para embarcaciones desde hace más de tres décadas. En 1988 se terminó de construir el puerto de Marina del Este y desde entonces la provincia tiene una capacidad inmutable para 418 atraques, frente a Málaga, con diez ... puertos y 4.748 puntos de atraque o Almería, con casi cuatro mil en ocho puertos. El déficit de amarres se revertirá en poco tiempo. La Junta de Andalucía ha sacado a exposición pública el estudio de viabilidad para la futura marina deportiva de Playa Granada, promovida por los 150 propietarios del suelo. El puerto motrileño, que tendrá capacidad para 758 atraques, y la gran zona comercial y hotelera podrán estar lista en un plazo de cuatro años desde el inicio de las obras; dos de ellos se invertirán para el desarrollo de la dársena y otros dos para levantar el complejo hotelero y comercial que aumentará los servicios en la zona.

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Para poder materializar el sueño que Motril lleva años persiguiendo se necesitará un gran desembolso. La futura marina está valorada en 129 millones de euros, que serán financiados por la iniciativa privada. 50 millones se invertirán solo para la zona de amarres y los 79 millones restantes irán a parar al complejo hotelero y residencial que se desarrollará en el entorno, según detalla el estudio elaborado por Royal Haskoning, la empresa holandesa que realizó la isla artificial de la palmera de Dubai.

La parcela de casi dos millones de metros cuadrados donde se pretende construir la nueva dársena quedará delimitada por la avenida Severiano Ballesteros y el campo de golf, al sur con la playa y el aparcamiento del paseo marítimo y al este con el tramado urbano de Playa de Poniente y el restaurante Katena. Para crear la marina habrá que hundir exactamente 106.360 metros cuadrados de terrenos privados, conocidos como el sector PLA-1 y PLA-2 dentro del PGOU de Motril. Los servicios que se desarrollarán junto al puerto, es decir, el área técnica para barcos, el varadero o un club náutico, ocuparían una superficie de 53.198 metros cuadrados. La extensión total de la dársena y los servicios anexos alcanzan los 159.558 metros cuadrados.

El acceso náutico a la marina se realizará a través de un canal de navegación de 50 metros de anchura y una longitud de 180 metros que discurrirá a través de dos diques. La bocana se ha diseñado para yates de hasta 30 metros de eslora. La zona abrigada que forman los diques permite la creación de una playa protegida del oleaje dedicada a la práctica de deportes náuticos. La lámina de agua estará separada en dos dársenas por una península y un puente peatonal que comunica la marina. La intención es que esta pasarela sea una especie de prolongación del paseo marítimo accesible a los visitantes.

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La parcela a ocupar por la marina se clasifica como suelo terciario de uso hotelero dentro del Plan General de Ordenación Urbana de Motril (PGOU) aprobado en el año 2003, por lo que se prevé reservar alrededor de 47.000 metros cuadrados para hoteles, restaurantes, tiendas, oficinas o centros deportivos, entre otros, con la aspiración de que Motril pueda constituirse como un centro comercial de gran relevancia a nivel provincial.

Salvar la Charca Suárez

El impacto económico total de la construcción de la zona comercial y hotelera de la Marina de Playa Granada, teniendo en cuenta los efectos directos e indirectos, se cifra en 265,4 millones de euros. Tan solo la construcción generará 683 empleos en los dos primeros años y alrededor de un millar de puestos de trabajo indirectos. El nuevo proyecto quiere salvar la afección a la charca de Suárez, uno de los principales inconvenientes que dificultaron el desarrollo del último plan para construir este puerto deportivo, un plan que quedó paralizado en 2012 a consecuencia de la crisis económica de 2008. El impacto ambiental se ha reducido considerablemente. Con un modelo hidrogeológico de la zona se predice una bajada en el nivel freático –nivel superior de un acuífero– en el entorno de la marina que supondrá un descenso del agua en la Charca Suárez en un rango de 5 a 15 centímetros en su parte occidental. El nivel de las lagunas del humedal se mantiene de forma artificial por aportes de agua superficiales, por lo que no se espera un efecto significativo en la charca, aunque deberá confirmarse con estudios de detalle. Por otra parte, la construcción de la marina no tendría ningún efecto en la salinidad de las aguas subterráneas del humedal. Tampoco habría incidencias con el espigón que se construirá en Playa Granada entre 2022 y 2023.

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Los dos diques perpendiculares a la línea de costa, ubicados en la Punta del Santo, donde estará también el espigón, puede contribuir a la estabilidad de las playas, protegiéndolas de los temporales. Una vez que el estudio se ha expuesto a información pública, se deberá avanzar en la redacción del proyecto para su aprobación inicial, además de superar la tramitación medioambiental, que suele ser compleja y farragosa.

Los puertos que espera la Costa

La marina de Playa Granada no es la única proyectada. La Costa Tropical se ha lanzado a la carrera para acabar con su histórico déficit de amarres. Almuñécar cuenta con otro proyecto privado, mientras que la Autoridad Portuaria de Motril espera este año iniciar la construcción de su dársena deportiva. Entre las tres iniciativas suman más de dos mil amarres. El proyecto del Puerto de Motril es el que, por ahora, se encuentra más avanzado. La dársena estará rodeada por oferta comercial y de ocio, a semejanza del Muelle Uno de Málaga y contará con 700 amarres. Por su parte, el proyecto de la marina de Almuñécar, que ocupará 165.000 metros cuadrados de terrenos entre el Paseo de Las Góndolas y el parque Aquatropic, se ha ido modificando durante la tramitación y ha crecido hasta contar ahora con 719 puntos de atraque (572 en el agua y 144 más en una marina seca), además de una zona comercial de 5.400 metros.

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De salir adelante estos proyectos, la provincia podrá asumir en un futuro las exigencias del turismo náutico. Basándose en la evolución del número de matriculaciones, se espera una demanda de unos 1.500 atraques adicionales en un plazo de 10 años.

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