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Los agricultores de Almuñécar y La Herradura llevan veinte años clamando por las canalizaciones que tienen que llevar el agua desde los embalses de Rules y Béznar. Se han manifestado en la Costa, en Granada y hasta en Madrid, han hecho acampadas en Rules, han ... tocado una y otra vez la puerta de todos los partidos e instituciones... Llevan veinte años advirtiendo de lo que podía pasar... hasta que finalmente ha pasado: el campo se encuentra en una situación crítica por la sequía, las cosechas de subtropicales están perdidas y más de 2.400 hectáreas de fincas de aguacates y chirimoyos, de las cuatro mil que tiene el valle de Río Verde, corren serio riesgo de perderse.
El valle de Río Verde es la zona cero de la sequía en Granada. Almuñécar es el primer municipio de la provincia que se ha visto obligado a poner en marcha restricciones de agua, con medidas como la limitación del baldeo de calles o las duchas de las playas este verano. Pero más allá del golpe a la imagen turística y a la preocupación generalizada por la sequía, hay tres mil familias propietarias de fincas de subtropicales para las que la situación ya es realmente dramática.
Almuñécar vive la situación más grave desde 1992, cuando se salinizó el acuífero de Río Verde y hasta de los grifos de las viviendas salía agua marina. La lengua de agua salada contaminó entonces los pozos y se perdieron fincas subtropicales que tardaron años en recuperarse.
A día de hoy, el abastecimiento para la población está garantizado a través de la tubería submarina que trae el agua desde la ETAP (estación de tratamiento de aguas potables) de Molvízar, pero en el campo la situación se repite treinta años después. De los veinte grandes pozos que abastecen las fincas de subtropicales de Almuñécar y La Herradura, once están ya salinizados o con valores que no permiten el riego y cinco totalmente secos, según los últimos datos de la Junta central de usuarios de los ríos Verde, Seco y Jate que realiza una evaluación continua de la situación.
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Con más del 75% de las fuentes de riego anuladas, la falta de agua en las fincas y la situación de los agricultores es desesperada. Algunos propietarios de terrenos están acometiendo inversiones en tuberías e infraestructuras para tratar de llevar hasta sus fincas secas agua desde otras de su misma propiedad. Pero para otros muchos, que no tienen de dónde traer el agua, ya no hay opción.
«Ya no pensamos en salvar las cosechas de este año, la fruta está perdida. La lucha ahora se centra en que no se pierdan las plantas y las fincas donde tanta inversión se ha hecho en los últimos años, para eso se están haciendo los riegos de emergencia. La situación es límite, una ruina», resume el presidente de la junta central de usuarios de los ríos Verde, Seco y Jate, José Manuel Fernández.
La organización que aglutina a todas las comunidades de regantes ha realizado peticiones urgentes a las administraciones para intentar paliar la sangría que sufre el campo con medidas de emergencia.
La primera, que ya se ha conseguido este verano, es el riego con aguas residuales tratadas en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Almuñécar. Este caudal está aliviando a las fincas de la vega, que se riegan mediante acequias, pero no llega a las fincas de las laderas, que dependen de los pozos. Igualmente, mientras las plantaciones de mango se están viendo mucho menos afectadas por las características de la planta, los aguacates
El handicap de esta medida, además de que el agua es muy costosa para los agricultores que pagan la factura, es la calidad del agua, que también presenta mayores niveles de sal según los regantes.
Almuñécar recibe el suministro de agua potable a través de una tubería submarina que viene por Salobreña desde la ETAP de Molvízar y sale por Velilla. Si esta tubería fallara alguna vez, el plan B pasa por sacar el agua de pozos de la Mancomunidad de Municipios de la Costa, la entidad responsable del abastecimiento en la comarca. Pero en estos momentos estos pozos tienen los niveles de salinidad por encima de los estándares. A esta circunstancia se ha aferrado el Ayuntamiento de Almuñécar para justificar la ejecución una obra de emergencia, de unos 50.000 euros para que la tubería submarina pueda verter agua al río y que ahora tiene que autorizar la Mancomunidad, según explica el edil de Agricultura, Luis Aragón.
La reivindicación más urgente ahora es conseguir una recarga artificial del acuífero de Río Verde con el excedente del agua de abastecimiento, a través de una conexión con la tubería submarina. Esto es, que el agua que el pueblo no se bebe se vierta al río para tratar de salvar las fincas. La actuación necesita obras de emergencia que el Ayuntamiento ha solicitado a la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical. «Después se verá quién paga la factura del agua, pero necesitamos que empiece a caer ya, hoy mejor que mañana», esgrime Fernández.
Además, junto al alcalde de Almuñécar, el presidente de los regantes pidió personalmente al presidente de la Junta Juanma Moreno –que abrió el curso político en Almuñécar– que el nuevo decreto de sequía contemple obras de emergencia para que el próximo verano se puedan utilizar al máximo los recursos. Reclaman filtros para mejorar el tratamiento de aguas de la depuradora, balsas, tuberías y conexiones para que el excedente de la tubería submarina se meta en el circuito y les permita sobrevivir hasta que lleguen las canalizaciones de Rules.
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