El viento complica el día de playa en un 15 de agosto sin fiestas pero con fuegos artificiales

Alrededor de las doce de la mañana la Policía Local de Almuñécar tuvo que cerrar dos zonas de la playa de San Cristóbal, la parte de Chinasol, y la que está cerca de los peñones. Sin embargo, un par de horas después, la valla seguía puesta, pero el arenal estaba más vacío que lleno.

El viento sopló fuerte ayer y así era complicado mantener la sombrilla abierta sin riesgo de que volara. Entre eso y la distancia de seguridad la estampa que se podía ver a mediodía en las playas poco tenía que ver con la de otros años por estas fechas.

La bandera ondeaba amarilla, pidiendo precaución a los bañistas. Y en las playas se mezclaban los que se quedaban observando el oleaje en la orilla con los que disfrutaban del juego. Seguramente hay pocos sitios en los que los adultos vuelven a ser tan niños como en un rompeolas saltando o siendo arrollados y tragando arena y agua a la par. Siempre, eso sí, con cuidado.

El 15 de agosto es uno de esos días clásicos del verano. Lo es porque no es laborable, porque marca el final de las vacaciones de unos y el principio de las de otros y porque siempre ha sido día de verbenas y festejos y de procesiones. Siempre menos este año que parecía tan redondo y al final ha sido tan raro. Menos atascos, que todo tiene el lado bueno, menos tránsito en los aeropuertos y las estaciones y algo menos de movimiento.

Esta vez no hubo fuegos artificiales iluminando la playa en Almuñécar, ni salió a procesionar la Patrona de Motril por sus calles. En un puente que es fecha de vacaciones, pero también de vuelta al pueblo, todos se han quedad sin fiestas.

Los hoteles, eso sí, estaban este fin de semana al 85% de media en la Costa. Un año cualquiera habrían tenido colgado el cartel de completo. Pero este no es uno cualquiera. Con todo, el dato no es del todo malo comparado con lo que ocurre entre semana e incluso con otros fines de semana. Los empresarios del sector van, poco a poco, salvando los muebles. Aunque tampoco está la cosa para tirar cohetes, de los que este verano no se han lanzado.

Los chiringuitos, que tendrán que adaptarse a las nuevas restricciones anunciadas este viernes por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, confiaban en que este puente fuese bueno para sus cajas. El presidente de los chiringuiteros, Paco Trujillo, apuntaba que el verano se está salvando, aunque los datos no se parecen a los de otros años. Lo mejor es no comparar, porque ya lo dice el dicho popular, las comparaciones nunca son buenas, sobre todo cuando de antemano se sabe que se va a salir perdiendo.

Con todo, los que optaron por no cambiar sus costumbres y eligieron la Costa Tropical para este puente tan excepcional, disfrutaron del buen tiempo, porque a pesar del viento, el otro protagonista de la jornada fue el sol.

El periodo estival comienza ya la recta final. En un par de semanas llegará septiembre, que debería ser el momento de la vuelta al cole y de empezar cosas que luego se dejan a medias, pero este año ya hemos dicho muchas veces que es raro, así que está casi todo por ver. En la Costa, con las limitaciones inevitables, se intenta poner buena cara y sacarle el máximo partido al sol, la arena y la sal. Como decía la canción de Amaral aún quedan días de verano, y aunque este tal vez no sea el mejor para ligar, por aquello de la distancia social, el verano siempre es alegría. Así que aunque sea con mascarilla que no se quien las ganas de reír, que ya vendrá el otoño con sus nostalgias.