«Cuando daba las órdenes no me obedecían hasta que mi superior se lo ordenaba»
IMPRESCINDIBLES ·
Janire Prudencio, investigadorade la UGR, es la única mujer del mundo que estudia volcanes en activo con unas técnicas desarrolladas por ella misma en sus estudios de doctorado
Janire es la niña que vivió bajo el sueño del volcán. Se abrazaba a ellos por almohada para conciliar sus sueños infantiles de magma y sismos, de temblores y lava. Janire es la joven que se matricula en Geología en la Universidad del País Vasco y que rastrea todas las facultades españolas hasta que encuentra que en Granada la UGR ofrece lo que busca. Se trata de Prospección Geofísica y... tacháaannnn, Física de Volcanes, la única asignatura con estas características en toda la Universidad española.
Janire es la universitaria que en Granada entra en erupción y recorre todos los peldaños académicos hasta acariciar su sueño de ser vulcanóloga. Ha abierto todo este tiempo caminos que estaban helados y se ha convertido en la única mujer vulcanóloga de Europa. «Al menos, no conocemos a ninguna como yo», explica ante los sismógrafos del Instituto de Geofísica de Andalucía, en el campus de Cartuja.
Acaba de recibir el premio 'Muy Jóvenes Científicas' en la modalidad de Ciencias de la Tierra. Como bien destaca la UGR, «Janire es la primera mujer en el mundo que aplica técnicas de tomografía de atenuación, empleadas para el estudio de volcanes en activo». Janire disfruta ahora de un contrato Juan de la Cierva con el que podrá estabilizar su puesto de trabajo en la UGR.
De volcán en volcán
Su pasión volcánica, y no es un juego de palabras sino su realidad, lleva a esta vizcaína de la Universidad del País Vasco a la Universidad de Granada. «Ahí conocí a Jesús Ibáñez, catedrático del departamento de Física Teórica y del Cosmos, responsable de la asignatura Física de Volcanes. Y es cuando me dije, quiero trabajar con este señor». Tenía 25 años y ahora suma 35. Ysigue vinculada a la UGR.
Empieza la carrera académica. Se licencia (2004-2009) y se matricula en el máster de Geofísica (2010) en la UGR. Se doctora en 2013 dirigida por Jesús Ibáñez y durante todos estos años comienza a estudiar volcanes por todo el mundo. Su pupitre es siempre un cráter :«Es hacer lo que has soñado y lo que has visto en las películas. Hasta que no instalas el primer sensor… Me recordaba a Pierce Brosnan en 'Un pueblo llamado Dantes' Pick'».
Ha estado en el Teide, en el Etna (Sicilia), Vesubio (Nápoles) y Campos Flegreños (bahía de Nápoles), que se presume que puede tener una erupción de grandes dimensiones en el futuro. Y el volcán Isla Decepción. En la Antártida. Un viaje en el Hespérides del magma al hielo. «Estuve tres meses en la campaña 2011-2012. Fui una de las responsables de la vigilancia sismovolcánica de la isla, porque toda ella es un volcán».
En 2014 es nombrada coordinadora de las actividades en tierra de un experimento de sísmica activa denominado 'Tomo Etna'. Estaba enmarcado dentro de un proyecto europeo donde coordinaba a ochenta científicos internacionales. Instalamos un centenar de estaciones sísmicas y participaron tres buques oceanográficos. «Es un trabajo que requiere mucha responsabilidad porque tienes a los equipos trabajando en el campo sabiendo que los buques están realizando explosiones de aire comprimido para simular terremotos y poder medir las reacciones, ya que hay lugares a los que no podemos acceder al cráter».
«Fui responsable de la vigilancia sismovolcánica de isla Decepción, porque toda ella es un volcán»
El viaje a la Antártida
También llegaron los problemas. «En general, ni me he sentido discriminada por ser mujer ni por ser joven. Pero sí que es verdad que en el experimento de 2014, el del Etna en el que yo era coordinadora, tenía que decirle a gente con más experiencia lo que tenían que hacer. Y no a todo el mundo le gusta que le digan lo que tiene que hacer si eres más joven y mujer. Muchas veces me encontré con científicos que no me hacían caso. Cuando daba las órdenes no me obedecían hasta que mi superior se lo ordenaba. Es decir, si no lo decía Jesús Ibáñez, no se hacía».
–¿Y esto cómo se soluciona?
–(Además de recurrir al primo de Zumosol, se ríe). Tenemos que empezar por la sociedad, porque hay unos roles muy establecidos. Si hablamos de jefes, el de mayor edad se supone que lo es, y se le hace caso. Pero puede que no sea así. Puede que que sea una persona más joven y puede que además sea una mujer. Y hay que hacerle caso. Hay que cambiar esos roles.
«Les cambié las vacaciones a mis padres para ver el volcán del Teide»
Janire es la muchacha que convence a sus padres para cambiar el Mediterráneo por las Isla Canarias para con doce añitos ver su primer volcán. El Teide majestuoso. «En vez de ir de vacaciones a la típica playa nos fuimos a ver el Teide. Me resultó impresionante. Todo me llamaba la atención, la estructura, las lavas. Teníamos una visita guiada y no dejaba de hacerle preguntas. Me regaló un olivino, que es una piedra típica que es roca volcánica de un verde muy llamativo. Me fui con mi olivino como la niña más feliz del mundo. El guía me permitió recoger rocas aunque no se podía. 'Esta niña va a estudiar volcanes de mayor así que le dejo', justificó. Es que yo he sido muy pesada con los volcanes».
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