«Nos escarmentaron a golpe de multas pero no podemos conformarnos»

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El campo de Granada sigue en el mismo punto un año después de las revueltas

Del pueblo salieron dos columnas de tractores con dirección a Granada y en la rotonda de Armilla les interceptó la Guardia Civil, que identificó a los conductores que encabezaban la protesta, entre ellos a Fernando Ros. Le cayeron 800 euros de multa por no desalojar la autovía. Dolió pero la pagó por su paz mental, aunque considera la sanción totalmente injusta. «No me negué, solo le dije que esperaran diez minutos para que habláramos con el otro grupo de tractores», recuerda el líder de los agricultores de Vegas.

Un año después, cree que estaban cargados de motivos para protestar, pero sí ha reflexionado sobre las formas y el peligro que conlleva encabezar una protesta no autorizada. «Los agricultores no somos gente conflictiva, ni violenta, ni queremos hacer daño a la sociedad pero es verdad que una vez que sale una masa a la calle tú ya pierdes el control y las cosas se pueden calentar. Me la jugué yendo el primero y dando el DNI porque al final yo era el responsable», esgrime.

Visto lo visto, ahora lo haría de forma más organizada y con el respaldo de Asaja, a la que está afiliado, pero en el fondo no se arrepiente de lo que hicieron. «Mereció la pena, si no haces nada siempre es peor. Nos escarmentaron a golpe de multas para que no protestemos más pero no podemos conformarnos, tiene que verse nuestro descontento», esgrime Ros.

Las lluvias han dado un respiro a las fincas de la Vega pero las amenazas del campo van a más: «Estamos peor y si hay que volver a protestar, saldremos».