Alberto Flores
Granada
Lunes, 7 de marzo 2022, 00:04
Granada es una ciudad que no destaca precisamente por tener un aire de gran calidad. Más bien al contrario. De hecho, durante el pasado 2021 los medidores de contaminación únicamente registraron buenos niveles durante el 22% del tiempo. Y en los últimos días se ... ha repetido una situación bastante habitual en la capital: cuenta con una 'boina' de contaminación sobre ella. Una situación que se debe principalmente a la falta de lluvias, tras un otoño sin lluvias y un invierno en el que prácticamente no han habido precipitaciones. Algo que, según los pronósticos, no cambiará a corto plazo.
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«Todavía falta una semana para que termine enero pero tiene pinta de que va a ser uno de los más secos de toda la serie histórica», cuenta a IDEAL José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored en www.tiempo.com, que pronostica que esta situación de falta de precipitaciones se mantendrá durante toda la semana, lo que provocará que se agudice la sequía. Esta situación, más allá de la evidente falta de agua, afecta de manera directa a la calidad del aire de Granada, que por el enclave en el que se ubica sufre un «efecto acumulativo» de contaminación sobre la ciudad. «Ahora hay más emisiones por las calefacciones y la persistencia de anticiclón, con poco viento, provoca que la calidad del aire sea mala».
Lo peor de todo es que el efecto es «acumulativo», por lo que la situación no mejorará a corto plazo. Para que cambiara, sería necesario «un cambio de tiempo grande», ya que si únicamente llueve un poco la situación solo mejoraría de manera breve y «en uno o dos días regresaría la contaminación». Según los datos del meteorólogo, el clima será parecido también durante el mes de febrero: «Se mantendrá el tiempo seco, sin previsiones de grandes cambios aunque pueda haber alguna lluvia».
José Miguel Viñas
Meteorólogo de Meteored
Técnicamente la situación se denomina como 'sequía meteorológica', aunque en esta ocasión no ha llegado en verano, como suele ser habitual. «Si esto persiste, nos iríamos a una sequía hidrológica y si las lluvias siguen sin aparecer se podría llegar a una sequía agrícola, donde sería necesario racionar el agua», aunque reconoce que todavía estamos «lejos» de ese último estadio.
Sobre si la preocupación es preocupante, Viñas explica que ahora mismo para los ciudadanos de Granada la peor consecuencia es el empeoramiento de la calidad del aire, ya que «lejos de estabilizarse o mejorar, lo más probable es que empeore». Por otro lado, el tema de la falta de agua «no es crítico», pero si se cumple la tendencia y no hay un buen temporal de lluvia, puede ser «un problema serio» a principios de primavera.
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