Actos conmemorativos del Día de la Toma en Granada Fermín Rodríguez

La capital conmemora la Toma en un ambiente festivo y sin incidentes

Miles de granadinos se sumaron desde primera hora a un ceremonial en el que la Legión volvió a tener protagonismo

Martes, 2 de enero 2024

Granada conmemoró este martes la toma de la ciudad por los Reyes Católicos en 1492. De acuerdo a la tradición, que se repite desde hace siglos casi de forma invariable, los concejales presentaron sus respetos ante la tumba de los monarcas y el estandarte real ... fue tremolado desde el balcón de la Casa Consistorial en una celebración que transcurrió en ambiente festivo y sin incidentes.

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Importantes representantes del estamentos militar participaron en los fastos. El más destacado, el teniente general del Madoc, José Manuel de la Esperanza, que acompañó a la alcaldesa nazarí, Marifrán Carazo, en el primer acto relevante del ceremonial: la revista de la unidad de la Legión que participó en los fastos. Los soldados llegaron a la plaza del Carmen minutos después de las once de la mañana, a su ritmo de 160 pasos por minuto, entre los aplausos de centenares de granadinos que, pese al frío, no quisieron perderse ni un solo detalle de la celebración.

Las autoridades pasaron después al interior del ayuntamiento, donde empezaba a formarse la procesión civil. Agentes vestidos de gala se entremezclaban en los pasillos con los ayudantes que portaban las insignias municipales: la caja de recaudos, el bastón de mando y las mazas de plata. La más importante, el estandarte de los Reyes Católicos, aguardaba en el salón de comisiones, donde permanece durante todo el año, a la llegada de Carolina Amate. La edil, que forma parte del gobierno municipal como concejala de Protocolo, fue la escogida para la más alta responsabilidad, la de portar al hombro la divisa real. Muy emocionada, tomó el pendón ante la atenta mirada de sus compañeros de corporación y de autoridades como la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro, que se despedía de la tradición tras conocerse su sustitución por José Antonio Montilla como representante del Ejecutivo hace apenas unos días.

La procesión civil inició entonces el recorrido hasta la Capilla Real, donde la corporación debía presentar sus respetos a los Reyes Católicos. El público saludó con una ovación y con vivas a España a un cortejo que giró hacia Gran Vía y se detuvo unos instantes ante el monumento que recuerda a la reina Doña Isabel. Posteriormente, atravesó la calle Oficios y entró al templo, donde aguardaba el arzobispo, José María Gil Tamayo, y los principales miembros de la curia episcopal.

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El prelado, que se estrenaba como cabeza de la comunidad católica de Granada, dedicó la misa al recuerdo de los monarcas. En la homilía, reivindicó el legado cristiano de una fiesta que llamó a vivir «en convivencia solidaria». El arzobispo invitó a los granadinos a salir de la «rutina festiva» y llamó a «apostar por lo común, por el bien de todos sin dejar excluidos atrás» y «reforzar el sentido de unidad, igualdad y libertad entre todos los pueblos y regiones».

Tras la misa, el ceremonial continuó con la tremolación del estandarte ante la tumba de los Reyes Católicos. La alcaldesa de Granada, el arzobispo y representantes de las altas instancias del Estado bajaron a la cripta, donde dejaron sendos ramos de flores y mostraron sus respetos por los monarcas.

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Sin incidentes

Pasaba la una de la tarde cuando la procesión tomó el camino de regreso a la plaza del Carmen. La subida de las temperaturas, mucho más llevaderas que a primera hora, provocó que numeroso público se incorporara al recorrido. Al toque de los músicos de la Legión y bajo la ovación de miles de granadinos, la corporación llegó a la plaza del Carmen para el acto final, la tremolación del estandarte desde el balcón del ayuntamiento. Antes, los músicos municipales hicieron sonar las fanfarrias para después interpretar los himnos de Granada, de Andalucía y de España, todos muy aplaudidos y sin los gritos entre partidarios y detractores de la fiesta de otros años.

Unos minutos después de la una y media, Amate asomó a la plaza con el pendón. Bajo la mirada del resto de concejales, que seguían el momento desde los balcones laterales, llamó a Granada, que respondió con el tradicional «Qué» por tres veces, como mandan los cánones. La edil tremoló el pendón real entre vivas a España, a los Reyes Católicos y a Granada.

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Los legionarios, que estaban desplegados en la plaza del Carmen, volvieron a discurrir frente al Consistorio antes de seguir su camino hacia la sede del Madoc, donde se despidieron de los granadinos cantando el himno del cuerpo. Fue el fin de fiesta de la Toma más tranquila de los últimos años, una celebración multitudinaria y respetuosa alejada de las escenas de tensión entre partidarios y detractores.

La celebración, no obstante, sí dejó momentos para la reflexión sobre cómo recordar los acontecimientos de hace 532 años. Es un debate que permanece abierto, como se pudo comprobar con la organización de un programa paralelo. Fue en la sede de la Fundación Euroárabe, donde concitaron personas que querían conmemorar los hechos de una manera distinta.

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