Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La ciudad termina y empieza en la Azucarera. El último de sus muros es una frontera para el asfalto: más allá no hay gris y las parcelas de la Vega cuadran un ajedrez de casillas verdes. A lo lejos, las naves y chimeneas de la vieja fábrica de Bobadilla dibujan una de las siluetas más reconocibles de Granada, un horizonte de ladrillo que corona este cuadro idílico. Es la puerta de entrada que cualquier capital europea podría desear.
Al mirar de cerca, esta primera vista se desmorona. El complejo industrial que dio de comer a cientos de granadinos hace más de un siglo yace olvidado en una esquina de la capital. Abandonado a su suerte desde hace cuatro décadas, las columnas mordidas por el óxido no quieren aguantar más y los tabiques podrían sucumbir a cualquier soplo de viento. Desde esta perspectiva, este recinto más grande que el parque García Lorca se antoja como el estorbo del que cualquier ciudad se querría deshacer: es la ubicación perfecta para un macrocentro comercial o una urbanización de lujo.
La Universidad de Granada, que guarda entre algodones inmuebles históricos como el Hospital Real o la Madraza, entendió en 2021 que tenía en sus manos la oportunidad de transformar ese rincón abandonado a su suerte en el cuadro idílico.
La exrectora, Pilar Aranda, cerró la compra de la Azucarera de San Isidro por 2,7 millones de euros, con la idea de crear un campus universitario de investigación único en Europa, centrado en la sostenibilidad, abierto a la ciudadanía, fruto de un proyecto de rehabilitación respetuoso con el patrimonio industrial y el paisaje. Una puerta a la Vega precedida por un gran corredor verde. Sobre la primera visita al complejo industrial, la exrectora afirma en el libro 'La Azucarera de San Isidro, Granada', que se «enamoraron» del espacio y salieron «impresionados».
En aquel primer paseo estuvo presente el actual rector, Pedro Mercado. Hoy se refiere a San Isidro como «el gran proyecto de futuro, la gran estrategia para mirar al futuro de la Universidad de Granada». Habla sobre el potencial de un espacio para la innovación, experimentación e investigación en sostenibilidad «que puede abrir una posibilidad de desarrollo para la ciudad y una conexión con la Vega integrándola de manera sostenible». Un campus «de vanguardia» que puede ser «único en Andalucía, España y Europa».
Pedro Mercado
Rector de la UGR
Granada puede recuperar la Azucarera y levantar ese campus singular. Pero, hecho el primer desembolso, la Universidad necesita fondos para sacar adelante los proyectos iniciales. Además de obras básicas como la urbanización del entorno y los suministros de agua, electricidad y red.
El rectorado trabaja para concurrir a ayudas nacionales y europeas. Ya hay un grupo de investigación que utiliza una nave reformada a modo de almacén. Y hay compromiso, por parte del Gobierno central, de abonar 8,5 millones de euros que irán destinados a un primer espacio ciudadano y de investigación en el entorno de la Alcoholera.
Esta cantidad es solamente un aperitivo para el proyecto de rehabilitación previsto por la Universidad de Granada en este enorme bien de interés cultural. Se trata de un recinto de 88 mil metros cuadrados prácticamente vacío.
A-92G
N-432
Recinto de la Azucarera 88.000 m2
Polígono
El Florio P-30
Es una superficie superior al Parque García Lorca (71.500 m2)
Ecoparque
Circunvalación
Parque Cronista Juan Bustos
Ctra. de Málaga
N-432
Recinto de la Azucarera 88.000 m2
Polígono
El Florio P-30
Es una superficie superior al parque García Lorca (71.500 m2)
Circunvalación
Ctra. de Málaga
N-432
A-92G
Recinto de la Azucarera 88.000 m2
Polígono
El Florio P-30
Es una superficie superior al parque García Lorca (71.500 m2)
Ctra. de Málaga
N-432
Recinto de la Azucarera 88.000 m2
Polígono
El Florio P-30
Es una superficie superior al parque García Lorca (71.500 m2)
El primer plato multiplica por diez ese montante. La Junta de Andalucía avisó en diciembre de la posibilidad de acudir a una convocatoria europea. A grandes rasgos, la Unión otorgará préstamos a las comunidades autónomas para desarrollar determinadas iniciativas, en condiciones ventajosas en cuanto a intereses y plazos de amortización.
Y en la Azucarera confluyen varias ramas que se ajustan como un guante a este tipo de programas: rehabilitación del patrimonio, investigación en sostenibilidad, economía verde, medio ambiente… La UGR se decidió a solicitar 80 millones de euros.
El vicerrector de Investigación y Transferencia, Enrique Herrera, se muestra optimista con esta petición «ambiciosa» para la Azucarera. Por ahora, la UGR está a la espera del sí de Europa, y espera que no ocurra lo mismo que con la petición de fondos Next Generation, que quedó olvidada en un cajón del Gobierno.
Esa financiación serviría para dar los primeros pasos de ese campus único. Juan Domingo Santos, el arquitecto que dirige el proyecto Azucarera UGR, no pone plazos ni hace números. A la sombra de una de las naves, durante una visita junto a personal de la UGR, concluye: «Es un plan muy ambicioso, en muchas escalas».
Las líneas maestras están claras: recuperar el patrimonio respetando el entorno más cercano y el paisaje de la Vega, y levantar un campus de investigación en torno a la sostenibilidad que no se limite al uso científico, sino que esté directamente conectado con la ciudadanía.
Centro nacional de inteligencia artificial en sostenibilidad y transición ecológica
Auditorio
Espacios de investigación
Centro de investigación sobre la cultura de la industria en Andalucía y espacio de interpretación de la Azucarera y la Vega
Empresas de investigación externas
Espacios de investigación
Atrio
Vestíbulo
Zona expositiva
Eventos culturales
Instituto de
industrialización y
robótica aplicada a
la arquitectura y a la biodiversidad
Parque ecológico
Primeros laboratorios:
Life Wood for Future
En la Alcoholera convivirían un centro de investigación sobre la industria en Andalucía y el espacio de interpretación de la Azucarera, que será la puerta de entrada para que las instituciones conozcan el proyecto y se lancen a invertir en él.
Habrá inmuebles enteros destinados a empresas externas de investigación, zonas de coworking, de emprendimiento e innovación. A espaldas de estos edificios se plantea una zona residencial. Y todo ello estará precedido por un parque abierto a actividades ciudadanas y un vivero de plantas.
Habrá espacios residenciales, de servicios, abiertos a la cultura y la innovación, lugares comunes para el disfrute de los granadinos y, esperan -si sale adelante lo proyectado en los planes urbanísticos municipales- que todo ello forme parte de un gran corredor verde metropolitano. Esto beneficiará directamente al barrio de Bobadilla, que creció al calor de esta fábrica pionera y al negocio del tabaco en la Vega.
Recinto de la Azucarera
Entrada a la Vega
Ecoparque y parque de tormentas
Parque Gloria Fuertes
Parque de las Alquerías
Futuro parque de la Rosaleda
Parque García Lorca
Río Genil
Parque de la Inmaculada
Parque Tico Medina
N
500 m
Recinto de la Azucarera
Entrada a la Vega
Ecoparque y parque de tormentas
Parque Gloria Fuertes
GRANADA
Parque de las Alquerías
Futuro parque de la Rosaleda
Río Genil
Parque García Lorca
Parque de la Inmaculada
Parque Tico Medina
N
500 m
Recinto de la Azucarera
Entrada a la Vega
Ecoparque y parque de tormentas
GRANADA
Parque Gloria Fuertes
Parque de las Alquerías
Futuro parque de la Rosaleda
Río Genil
Parque García Lorca
Parque de la Inmaculada
Parque Tico Medina
N
500 m
Recinto de la Azucarera
Entrada a la Vega
Ecoparque y parque de tormentas
GRANADA
Parque Gloria Fuertes
Parque de las Alquerías
Vega de Granada
Futuro parque de la Rosaleda
Vegas del Genil
Río Genil
Parque García Lorca
Alhambra
Parque de la Inmaculada
Parque Tico Medina
ARMILLA
N
500 m
Los primeros planteamientos son solo eso, esbozos abiertos a cambios. Pero están basados en una investigación liderada por Santos y ya permiten imaginar lo que será este campus si llega la financiación necesaria. Un plan estratégico sienta estas bases.
«La idea de la UGR es crear polos dentro de la ciudad que regeneren sus entornos. Esta zona está muy abandonada, olvidada. El hecho de colocar aquí este campus ayudará a regenerarlo y a conectar a la ciudadanía con la Vega», relata Juan Domingo Santos.
Juan Domingo Santos
Director del proyecto Azucarera UGR
«Habrá un campus de usos mixtos, que combinará programas de investigación vinculados con la ecología y el medio ambiente, agroalimentación, y otros programas de extensión universitaria relacionados con la Vega y la propia industria», comenta.
Todo ello dependerá, explica, de las «ayudas que vengan». La oficina de proyectos de la UGR está volcada en esta misión: «Van como una locomotora. Para poner un ladrillo hace falta mucho trabajo previo».
Granada puede recuperar la Azucarera. Ya ha dado los primeros pasos. Espera el ingreso de los primeros 8,5 millones y pugna por otros 80 que serán el primer gran impulso para el proyecto que ha trazado la Universidad. La institución lidera la creación de un campus científico y ciudadano sin parangón allí donde termina y empieza la ciudad. En el entorno idílico de la gran fábrica que fue -y será- icono de la Granada más próspera.
Con textos de Javier Morales, Andrea G. Parra, Amanda Martínez y Jorge Pastor
Diseño Carlos J. Valdemoros y Sara I. Belled
Vídeo y fotografía Javier Martín y Ramón L. Pérez
Juan Domingo Santos Director del proyecto Azucarera UGR
La Azucarera de San Isidro, Granada: Estudios sobre el conjunto industrial y plan de recuperación de un bien de interés cultural. (2024) Editorial UGR
Dirección general del Catastro
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
Fernando Morales y Álex Sánchez
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.