Imágenes de los efectos del terremoto capatadas por las cámaras de los granadinos en Marrakech Ideal

Terremoto en Marruecos

Granadinos en Marrakech: «Empezó a temblar todo; nunca había vivido nada así»

Varios amigos de Albolote que pasaban el fin de semana en Marruecos relatan cómo han vivido el terremoto; una familia de Huétor Tájar también lo sufrió en primera persona

Camilo Álvarez

Granada

Sábado, 9 de septiembre 2023

Sacaron sus billetes para viajar a Marruecos a pasar el fin de semana. Un grupo de cuatro granadinos, dos parejas, relatan lo vivido en Marrakech, tras un terremoto de magnitud 6,8 que ha dejado más de 800 muertos y centenares de heridos. Así lo ... cuenta Hermi Sampedro, alboloteña de 36 años que trabaja en un laboratorio. «Llegamos al aeropuerto sin ningún problema y, cuando viajábamos en el taxi camino del hotel, fue cuando ocurrió todo», rememora.

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Eran las 10.30 locales, 11.30 en España, y no pudieron llegar al hotel porque «estaba todo colapsado y muchos escombros por las calles». Se bajaron del vehículo y llegaron a pie, como pudieron, al hotel, pero se encontraron con que el personal estaba desalojando a los visitates mientras los lugareños salían de sus casas «por miedo a posibles réplicas». Hubo poco después otro terremoto «de magnitud 4», cuenta Hermi, pero ellos no lo notaron.

A partir de ahí, mucho descontrol y sin saber muy bien qué hacer. «La gente no quería estar en sus casas y todo el mundo se fue a la calle a pasar la noche. Optaron por buscar «una plaza amplia para evitar que , si había un nuevo terremoto, nos pudiera caer algo encima». Allí estuvieron hasta «las tres o las cuatro de la madrugada». Entonces, gracias a otros españoles, gallegos concretamente, y los voluntarios de asociaciones humanitarias consiguieron un lugar donde pasar la noche. Un riad, que es una casa patio de la medina reconvertida con fines turísticos, con una cama para poder descansar.

Grupo de granadinos de Albolote en Marrakech Ideal

Este sábado recorren las calles de Marrakech observando los destrozos. Cuentan que la zona de la medina «está bastante destrozada», aunque hay otras zonas de la ciudad que se han visto «menos afectadas». Su idea es desplazarse al desierto a pasar la noche y así alejarse de la zona afectada por el terremoto. Volver a Granada se antoja complicado porque «solo hay un vuelo este sábado a las diez de la noche y hay mucho colapso». Si nada lo impide, aguantarán hasta el lunes, cuando tenían previsto regresar a casa, e intentarán disfrutar de un viaje que les ha sorprendido de la peor manera.

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Por el momento buscan algo de comida, pues desde que salieron de Málaga a las nueve de la noche del viernes hasta media mañana de este sábado no han podido comer nada.

Hermi Sampedro explica que todo es complicado de digerir. «Todavía no me lo creo. Me parece que es todo un sueño y que cuando despierte nada de esto ha pasado». Una de las amigas con las que viaja es la que está ayudando a mantener la calma, pues, muy a su pesar, ya tiene experiencia en situaciones de este tipo, ya que vivió un terremoto de magnitud 8 en Bali que también se saldó con centenares de personas muertas.

«Temblaba todo»

Ángel Funes, de 26 años y natural de Huétor Tájar, llevaba desde el domingo pasado en Marruecos disfrutando de unas vacaciones junto a su novia y demás familia, un grupo de diez personas repartidas en dos hoteles. Ellos estaban alojados fuera de la medina, la zona más afectada. Se encontraban ya en la habitación, cuando de repente «empezó todo a temblar. Cada vez era más fuerte y se movía todo de un lado para otro», relata Ángel.

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«Cuando me he levantado esta mañana y he visto que había centenares de muertos me he quedado blanco; pensaba que no había sido para tanto»

Rápidamente salieron a la puerta del hotel para ver qué había pasado. «Estaba cagado», cuenta con total franqueza. Él nunca había vivido una situación así y fue algo «muy desagradable». En hotel en el que están alojados hubo desperfectos menores, «algunas grietas», apunta, por lo que el personal del mismo tranquilizó a los inquilinos y les ofreció agua. Pasadas unas horas, «sobre las dos de la mañana», el director del hotel informó de que lo peor ya había pasado y era seguro regresar a las habitaciones.

«Con el susto era complicado dormir, pero al final he podido descansar algo», en parte porque no pensaba que pudiera tener las consecuencias que ha tenido. Reconoce que los primeros instantes tras el terremoto fueron de gran confusión, pero que en la zona en la que estaban no sintieron que hubiera sido tan devastador. «Cuando me he levantado esta mañana y he visto que había centenares de muertos me he quedado blanco; pensaba que no había sido para tanto», reconoce Ángel.

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La idea era regresar este sábado a casa y esperan poder hacerlo sin problema. El viaje ha sido una gran experiencia salpicada con un último episodio que ninguno de los integrantes de esta expedición granadina podía imaginar.

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