Multicines Centro, el gigante europeo abandonado en Granada

Nudo: Tras 15 años de éxitos en la gran pantalla, varios policías locales se presentan en el cine. Hacen cumplir el cierre inmediato exigido por el Ayuntamiento y precintan sus puertas. Unas obras que no cumplen la normativa han llevado a los técnicos de Medio Ambiente a tomar la decisión: las escaleras, la iluminación, la falta de salida de emergencias bien diseñada… El detonante es una denuncia anónima por las molestias de un cine que en ocasiones parecía quedarse pequeño para tanto espectador, con sólo un taquillero y largas colas en Plaza de Gracia. Reabre una semana después, en el verano del 98, entre críticas de la empresa a la gestión municipal del problema.

Un par de años después, fuego. No es un proyector atascado, sino una tienda del complejo, lo que ha provocado las llamas que obligan a desalojar a 200 personas. El cine no reabre hasta nueve meses después, remozado para blindar las salas contra incendios. Tras el incidente, Multicines se recupera como referente en el Centro en pleno 'boom' del celuloide.

Desenlace. En los 90 sólo había un par de cines en Granada: el Madrigal y el complejo de Plaza de Gracia. Pero recién entrado el nuevo milenio, el tirón de la gran pantalla -no es la entrada, sino las palomitas, las bebidas, el merchandising, las compras…- lleva a Granada a un primer récord: 44 salas. Hay competencia. Neptuno y Alcampo se suman a la batalla por el espectador-consumidor.

Tres años más tarde, Granada suma ya 59 salas comerciales con la irrupción de Kinépolis. También entra en escena un protagonista que pedía paso desde lustros atrás: Internet. Y como malvado personaje secundario, la piratería.

Bajan los espectadores, sube el IVA y, en 2012 se atisba el final. En IDEAL, un titular con tres palabras (más que suficientes, casi sobra una) anticipa los créditos finales: «Cierra Multicines Centro». Hay un amago de giro final cuando las salas retrasan su cierre hasta nueva orden. Granada se vuelca y llena el palacio del celuloide, lo que lleva a prorrogar su actividad «24 horas más», que se convierten en un par de semanas... Hasta que los empleados reciben la carta de despido y se encierran en las instalaciones para protestar por el cese. Nueve trabajadores al paro y un emblema de Granada cerrado de par en par.

El gigante europeo del cine está clausurado. Una valla impide hoy ver lo que en su día fueron las taquillas y el muro en el que un mínimo de ocho carteles (¡ocho!) colorearon la entrada al ocio de varias generaciones.