Íntimo adiós a los hermanos fallecidos en Huétor Tájar

El sepelio ha tenido lugar con la presencia del padre de los menores, que ha podido salir del Hospital San Cecilio del PTS, donde estaba ingresado en la Unidad de Salud Mental debido al fuerte estado de ansiedad en el que entró al enterarse de la noticia del fallecimiento de sus hijos. De hecho, un profesional sanitario ha acompañado durante la sepultura al progenitor, para vigilar en todo momento su estado de salud.

Solo los familiares más allegados de los niños que tenían 10 y 13 años han podido acceder al entierro. De hecho, primos y familiares menos cercanos han esperado en las inmediaciones a que se celebrara la ceremonia, en un ambiente de respeto y silencio.

Sobre las 10.15 horas de la mañana de este jueves llegaban las primeras personas para despedir a los menores que perdieron la vida el pasado lunes. Y poco antes de las 11.00 horas entraban los féretros de los menores, cada uno en un vehículo fúnebre, que han sido trasladados desde el Instituto de Medicina Legal de Granada hasta el cementerio de Huétor Tájar. El padre ha accedido poco en un coche particular y de forma discreta.

Intimidad

Las entradas del camposanto han estado custodiadas por agentes de la Guardia Civil y la Policía Local de Huétor Tájar para asegurar que la despedida de los pequeños se desarrollara de forma íntima, como deseaba la familia desde el primer momento. Los vecinos han respetado la petición de intimidad y han sido pocos los que se han acercado a la zona.

El anuncio del entierro se ha hecho pocas horas antes de su desarrollo, para asegurar de esta forma la familiaridad con la que se quería despedir a los menores. Poco antes de las 12:00 horas, el padre salía del cementerio en el mismo particular en que había llegado y el resto de familiares lo hacía a pie con un mutismo absoluto.