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Los vecinos trabajan para arreglar los desperfectos cusados por la lluvia PEPE MARÍN

Una tormenta de agua y granizo anega Íllora y Montefrío

La tromba que cayó en apenas 35 minutos desbordó un arroyo, lo que provocó cortes de carreteras, dejó a varias familias aisladas y anegó bajos de las viviendas

Martes, 21 de septiembre 2021

Los municipios de Montefrío, Íllora yChimeneas vivieron ayer una tarde de pánico por culpa de una repentina y tremenda tromba de agua y granizo que se llevó por delante coches, anegó viviendas y causó graves daños materiales, además de obligar a cortar las carreteras que comunican Montefrío con Alcalá la Real, Huétor Tájar y Tocón, y el municipio de Íllora con Alomartes. También dejó impracticables decenas de caminos rurales.

El teléfono de Emergencias 112 atendió una treintena de llamadas por la tromba, que comenzó antes de las cinco de la tarde y se extendió durante media hora. Empezó sobre Montefrío, y arrastró lodo desde la sierra hasta las zonas bajas. Según relató la alcaldesa montefrieña, Remedios Gámez, los vecinos vivieron momentos de auténtico miedo por la tromba, que dejó cerca de 60 litros por metro cuadrado en poco más de media hora. Los enormes granizos caídos en Montefrío causaron daños en algunos coches, y otros se vieron arrastrados por el agua.

El río Milanos se desbordó por el puente Juncaril y provocó una venida de agua que anegó varias viviendas en la zona de Venta Conejo. El granizo taponó los desagües de las viviendas, no solo a las afueras y en pedanías, sino en el propio casco urbano de Montefrío, lo que provocó daños en los bajos de algunos inmuebles, según fuentes de Protección Civil.

La Policía Local de Montefrío y todos los efectivos de Protección Civil, Guardia Civil y los Bomberos de Loja, trabajaron durante toda la tarde para ayudar a algunas familias que quedaron aisladas en sus casas tras la tormenta, y para reabrir los caminos rurales que quedaron destrozados por la lluvia. Según fuentes municipales, tres familias de la zona de Milano se llevaron la peor parte: quedaron aisladas, con alturas de agua superiores al metro de altura, por lo que tuvieron que ser rescatadas por los servicios de protección. A las ocho de la tarde, tres horas después de la gran tromba, los servicios seguían trabajando en estas zonas.

La alcaldesa de Montefrío, Remedios Gámez, pidió «muchísima prudencia» a todos los vecinos y que «permanezcan en sus casas hasta que los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado restablezcan el tráfico y reabran las carreteras cortadas por la lluvia».

En el municipio de Íllora, los principales destrozos se concentraron en la pedanía de Alomartes. Concretamente, en la calle del Barranco, donde el agua arrastró 50 vehículos, entre ellos los que tenía el taller JR. Juande Rodríguez, su propietario, vio cómo en dos minutos ya era imposible cruzar la calle Barranco, la más dañada, por la cantidad de agua. «Hemos intentado rescatar los coches que podíamos, el taller estaba inundado, pero cruzamos la calle jugándonos que nos arrastrara el agua».

El alcalde de Íllora, AntonioSalazar, anunció que hoy se abrirán oficinas para los damnificados en Alomartes y Tocón, para ayudarles con los seguros y declaraciones de daños. También se mostró conmocionado por la tromba. «Esto es un desastre, está dañada la zona de colegio, coches, casas... las carreteras están cortada y la tubería del suministro de agua potable de Tocón está dañada también», explicó.

Los bomberos tuvieron que rescatar a tres familias porque el agua alcanzó un metro de altura

Como sucedió en Montefrío, con palas, rastrillos y cepillos, los residentes de los lugares más afectados ayudaron a sus vecinos a achicar agua en una ola de solidaridad. Decenas de vecinos se echaron a la calle con sus tractores para despejar las entradas de las vivienda y tratar de abrir paso en carreteras y caminos rurales. «En 15 minutos ha pasado todo. Una tromba de agua se ha llevado todos los coches, han venido los contenedores. Ha sido un desastre, en un momento», relató a IDEAL Manuela, una vecina de Alomartes.

Por el arroyo

Además de en estos dos municipios, también se vieron afectados otros tres, aunque en menor grado. Es el caso de Chimeneas, Loja y Huétor Tájar. Según el servicio coordinador de Emergencias 112 Andalucía, un cortijo se vio anegado y en la carretera GR-3402, que une este municipio con Ventas de Huelma, se registró una acumulación de aguas, si bien no fue necesario interrumpir por completo el tráfico.

En cuanto a Huétor Tájar y Loja, los bomberos pidieron a la ciudadanía que no se acercase al arroyo Vilanos al haberse desbordado. En la pedanía de La Fábrica se vivieron los momentos más complicados. Registraron varias casas inundadas con hasta dos metros de agua, varios coches arrastrados y cultivos de espárragos también dañados por las lluvias.

En la zona norte de la provincia también se han registrado daños. Cayó una tormenta de granizo en la zona de las Casas de don Juan, en el campo de la Puebla, destruyendo las cosechas de hortícolas, brócoli y lechuga en su gran mayoría. Los campos han quedado cubiertos por un manto de granizo que ha arrasado las cosechas en esa zona.

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