«Más vale encerradas que todas muertas»

Inmovilizados ·
Cada día de confinamiento de sus mil ovejas le cuesta más de 500 euros en pienso a Antonio, uno de los ganaderos que están «aterrados»

Mercedes Navarrete

Granada

Lunes, 24 de octubre 2022, 00:29

«Miedo no, es pánico lo que tenemos en el cuerpo, estamos aterrados». El ganadero Antonio Muñoz, propietario de una explotación de mil ovejas en Benamaurel, ha visto las barbas de su vecinos afeitar, con los sacrificios de 2.800 cabezas de ganado en nueve ... explotaciones y está cumpliendo un confinamiento estricto para salvar a sus animales y ayudar a poner fin a la pesadilla que viven los ganaderos de la comarca.

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La suya es la única explotación en cinco kilómetros a la redonda pero se encuentra en el perímetro de vigilancia de diez kilómetros en línea recta desde uno de los focos de la infección, por lo que sus mil cabras y ovejas sanas están inmovilizadas y no pueden salir a pastar.

Para visitar la explotación, la veterinaria de la Asociación Nacional de Criadores de Ovino Segureño, Elizabeth Martínez, despliega un protocolo de seguridad con equipos de protección personal y desinfección hasta de las ruedas de los coches. Nada puede salir o entrar de esta finca en los 30 días posteriores a la segunda desinfección del foco de viruela. El problema es que al surgir nuevos focos en otras fincas que están en el perímetro de diez kilómetros, el contador se vuelve a poner a cero, enganchan un confinamiento con otro y no ven fin al encierro.

Y cada día sin que los animales salgan a comer al campo agrava la «ruina económica». Estas explotaciones de ganadería extensiva son rentables porque aprovechan el pasto. Estos días han tenido que improvisar comederos y abrevaderos porque siquiera están preparadas para darle de comer a mil ovejas a la vez. Solo lo hacen en periodos puntuales en invierno o con las ovejas que están criando.

Ahora el cereal y el pienso, afectado por el proceso inflacionario y la crisis tras la guerra de Ucrania, han doblado su precio y ni siquiera es fácil encontrarlo. El día de la visita de IDEAL, Antonio se había desplazado desde Benamaurel hasta Píñar, a buscar el cereal más barato. Cada día sus animales comen más de mil kilos de forraje y 400 de pienso. «Son más de 500 euros al día, esto es insoportable, pero más vale encerradas que todas muertas», asume preocupado.

Antonio sabe que no queda otra que aguantar. «Tenemos una ruina encima, cuando pasen 20 días yo no se de dónde voy a sacar el dinero, si las ayudas no llegan pronto esto nos puede llevar a echar el cierre», lamenta.