Los vecinos de Santa Fe, sobre el terremoto: «Ha sonado como dos autobuses chocando»

Arremolinados en el entorno del arco de Loja, afectado por una grieta visible, los vecinos de Santa Fe tratan de olvidar cuanto antes el susto que se han llevado al vivir uno de los terremotos más intensos que se recuerdan en la localidad. Con lo puesto y algunos envueltos en batas, pese a que el sol ha hecho acto de presencia, los santaferinos no han ocultado el miedo que han sentido.

Felix, que regenta el estudio Fotográfico Rayuela, que está justo al lado del arco que se ha visto afectado por una grieta, cuenta que estaba en su casa cuando «todo ha empezado a moverse». El hombre explica que lo que más ha llamado la atención ha sido el ruido, que, según su criterio, parecía como si se tratase de «una tormenta en alta mar».

Menos poético lo han vivido Puri y Mila, dos lugareñas que no recuerdan un movimiento sísmico similar en Santa Fe. Mila reconoce que tiene temor de regresar a su casa y Puri cuenta que en su vivienda todo se movía. «A mí se me ha caído una figura de cristal», asegura Mila, visiblemente afectada por los nervios del momento.

Victoriano y Juan Antonio, dos veteranos santaferinos, también han sentido el terremoto como algo excepcional. El primero relata que «anoche ya hubo uno», lo que le causa preocupación porque «está habiendo muchos últimamente». Otro de los lugareños cuenta que estaba labrando una finca cuando el suelo «ha empezado a moverse», mientras de fondo se escuchaban gritos de domicilios cercanos.

Un policía local que atendía el cordón policial dispuesto alrededor del arco más afectado de Santa Fe ha sido el más explícito en cuanto al ruido que ha precedido y acompañado al terremoto: «Ha sido como si chocasen dos autobuses a toda velocidad». También afectado como el resto, ha atendido las preguntas de algunos curiosos que habían aparcado en una zona donde otro día serían multados: «Hoy no vamos a multar a nadie, hombre».