«Las redes sociales son una cosa incontrolada y no sé si incontrolable. Hay mucho excremento mental»

–¿Qué piensa de las redes sociales, de la frivolidad y la aceleración de la sociedad actual?

–Las redes sociales son una bomba. Son como los explosivos que se preparan con muchos ramales: metes fuego a uno y explotan todos. Es una cosa incontrolada y no sé si incontrolable. Cualquiera puede sufrir amenazas verbales y habrá gente que no pueda resistir. Cuando me jubilé establecí la frontera en las redes sociales. Me aprovecho de Internet todo lo que puedo pero prefiero no estar ahí. Hay mucho excremento mental. Tenemos que ser conscientes de que a nuestro alrededor en nuestra sociedad hay mucha maldad. La maldad existe.

–Como mitómano tiene algunos referentes. ¿Cuáles son los mitos ahora?

–Yo vivo más de los mitos que he ido construyendo desde joven. El caso de Marilyn Monroe, por ejemplo. Sacar un mito en el cine ahora [resopla] me cuesta mucho trabajo. No veo figuras que tengan ese halo. Esa manera nuestra de ver a Gary Cooper no la he vuelto a experimentar. Uno de mis personajes que tengo mitificados, creo que con una cierta reserva de distancia, es Ayala. Lo traté mucho y en muchos sentidos lo tengo mitificado. Claro, cuando digo eso es porque no lo tengo del todo mitificado. Los mitos viven más si les reconoces alguna mancha. Francisco Ayala es un ser humano, lo traté directamente y sé mucho de lo que pensaba que nunca lo dijo ni escribió.