![«Mi vida es un calvario, pero no me queda otra que aceptar este trabajo»](https://s2.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2024/10/27/higinio%20(4)-kvmB-U2201594399611KNE-1200x840@Ideal.jpg)
Huelga de transportistas en Granada
«Mi vida es un calvario, pero no me queda otra que aceptar este trabajo»Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Huelga de transportistas en Granada
«Mi vida es un calvario, pero no me queda otra que aceptar este trabajo»Son las ocho de la mañana en la Autovía del Mediterráneo. Higinio Pantoja, que conduce un camión de 40.000 kilogramos cargado de carburante, transita cerca de Almería. A la izquierda, la Sierra de Gádor;a la derecha, un precioso amanecer en el puerto de Almería;en frente, mucho tráfico a estas horas del día. Cargó a las cinco de la madrugada en las instalaciones de Exolum –antigua CLH– y descargó a las siete en una estación de servicio de la Mojonera. Ahora continúa ruta hacia Cartagena para repetir la misma operación, llenar la cisterna para abastecer una gasolinera de Huércal Overa. «Hoy haré unos seiscientos kilómetros y llegaré a mi casa quince horas después de haber salido», confiesa.
Noticia relacionada
Es el día a día de Higinio Pantoja, que calza cincuenta y seis años. Los últimos dieciocho, de chófer. «Está demostrado –asegura– que a partir de los cincuenta y cinco se dispara la siniestralidad; vemos peor y no tenemos los mismos reflejos». «Empecé a estudiar Ingeniería, pero perdí la beca y me metí en los camiones, como mi familia», explica antes de lamentar que su vida es «un auténtico calvario». «No te queda otra».
Higinio se levanta todos los días antes de las cinco. Después de ducharse, lo primero es tomarse en casa un café solo bien cargadito. Mientras tanto, su mujer Montse y sus hijos Higinio y Pablo, de 18 y 21 años, duermen. «Con suerte los veré por la noche». Con suerte porque es perfectamente consciente de que el curro puede alargarse y porque a eso de las ocho o las nueve tiene que estar ya metido en la cama. «Hay que descansar para luego estar concentrado». Se juega mucho. Su seguridad y la seguridad de los demás. No hay tiempo para socializar. «Somos unos solitarios», reconoce con pesadumbre.
15 Las leyes de tráfico permiten que los camioneros trabajen hasta quince horas. Es decir, tendrían nueve horas para descansar entre jornada y jornada. Una penosidad que hace casi imposible la conciliación entre la vida familiar y la laboral.
Sufre todos los males de los camioneros. Le duelen los hombros, las rodillas y la espalda. «No puedo hacer ningún deporte;me levanto molido», asegura. Para combatir todas esas horas encajonado, un poquito de radio –le gusta cómo informa Carlos Herrera, aunque no comparte sus opiniones– y un poquito de Spotify. En sus listas de reproducción nunca faltan ni Pat Metheny ni John Scofield. Dos de los grandes guitarristas del jazz.
Higinio es uno de los transportistas que estaba llamado a la huelga a partir de hoy, aunque un acuerdo la desconvocó 'in extremis' la semana pasada. Sí harán huelga los conductores de transporte de pasajeros. Pero los acuerdos no llegarán a tiempo para este conductor granadino, que relata todos los problemas que les llevaron a convocar un paro total en el sector.
Bajo su punto de vista, el primer paso es que se respeten los convenios colectivos, tanto los de ámbito empresarial como los sectoriales. En este sentido, denuncia que, por una parte, la legislación establezca un tope de doce horas de conducción para los profesionales y, por otra, las leyes de tráfico permitan que se alcancen las quince horas. «¿Qué hacen las empresas?», se pregunta y se responde con ironía.
Un sacrificio que, bajo su punto de vista, no está compensado con un sueldo en condiciones. En su caso, unos 2.100 euros incluido el prorrateo de las pagas extra y la asunción de gastos de manutención. «Con cincuenta y seis años, no me planteo dejarlo y retomar mi carrera, porque no la acabaría prácticamente hasta pasados los sesenta».
Mientras tanto, en la cabina de un camión que transita cerca de Almería suena 'Last train home', esa canción que toca Pat Metheny que habla de salir corriendo hacia el último tren que lleva a casa.
Publicidad
Inés Gallastegui | Granada
David S. Olabarri y Lidia Carvajal
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.