«La afición del Granada disfrutaría muchísimo con Guille Abascal»

Antonio Solana no quiere engañar a nadie y advierte que su opinión sobre Guille Abascal está «contaminada». «Es uno de mis niños...», bromea. Natural de Pinos Puente, el granadino ha dedicado su vida a formar entrenadores, como ahora en la escuela nacional de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), con escarceos en clubes como el que le llevó al Valladolid que ascendió a Primera con Sergio en 2018 o a la Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica más recientemente. «Desde el principio vi en Guille la aureola del entrenador; lo llevaba en la sangre y se le veía en las formas, pero le propuse entrar al Sevilla con el perfil bajo de un preparador físico aunque ya entonces se comportase como un entrenador por más que tuviera las dos formaciones, al igual que yo mismo», cuenta.

«A los entrenadores que formo ahora les recalco mucho la importancia de la comunicación verbal y no verbal para seducir, así como que las emociones son fundamentales, y Guille lo domina y llama la atención por ello automáticamente», expresa Antonio Solana. «Tiene una personalidad arrolladora para lo positivo, y no porque sea prepotente, sino porque apostó por esto con 20 años y le salió bien, y además sabe liderar tanto a su cuerpo técnico como a sus vestuarios», señala. «Como entrenador le veo dos facetas: el conocimiento de las lógicas internas del juego, y de su desorden y caos, para obtener ventajas dentro de los partidos; y el conocimiento de las metodologías necesarias para que sus futbolistas comprendan e interioricen lo que quiere de ellos. Tiene lo que llamamos un liderazgo 'transformacional': hace mejores a los que tiene alrededor», indica.

Durante aquellos años en el Sevilla, Antonio Solana y Guille Abascal compartieron muchas conversaciones sobre fútbol. «Como pasó por la cantera del Barça lleva por las venas lo que aprendió en La Masia, y le gusta que sus equipos tengan el balón y creen espacios con él para hacer daño al rival, pero también concibe lo que muchas veces les falla a quienes presumen de ese ADN: saber jugar a otra cosa si el plan A no funciona», esboza, con el ejemplo de García Pimienta en Las Palmas esta temporada. «Es flexible y, si tiene que retrasar la defensa y salir al contragolpe, lo hace», señala. La marcha de Monchi a la Roma en 2017 precedió la separación de sus caminos pero mantienen el contacto y, de hecho, Abascal le confesó haberle recordado al firmar su contrato con el Spartak de Moscú en 2022.

«La pena es que sea tan joven que muchas veces dé miedo apostar por él y se tienda a ir a por lo seguro», lamenta Solana, quien recuerda que «también a Pep Guardiola lo querían matar en el Barça cuando perdió en casa del Numancia aunque tuviera más margen de error por haber sido futbolista». «Los años en el extranjero hicieron de Guille un entrenador mucho más completo, sobre todo con lo que hay más allá del vestuario, porque este sí lo suele tener muy controlado, al tratar con culturas de club tan distintas», esgrime.

«Me pondría a pegar botes si Guille firma con el Granada», admite Antonio Solana, un aficionado más del club tras ejercer en este como preparador físico de Lucas Alcaraz muchos años atrás. «Me imaginaría con él un equipo que quisiera imponer su juego en Segunda división haciendo de Los Cármenes un fortín y reivindicando su autoridad también fuera de casa. Intentaría que su equipo fuera el protagonista como mínimo durante 60 de los 90 minutos de cada partido siempre», comparte.

Más de un profesional de la estructura del Sevilla observa similitudes entre Guille Abascal y Diego Martínez cuando este emergió. «Tienen en común sus formaciones académicas, sus personalidades estudiosas y sus liderazgos, pero creo que Guille tiene aún más conocimiento de la lógica interna de los partidos», opina Antonio Solana, que coincidió con ambos. «Ya predije que el Granada sería un equipo estable con Diego y que ganaría con resultados ajustados, pero, si las cosas le fuesen bien a Guille allí, la gente podría disfrutar incluso más de lo que es el juego», expone.

«Si se diera el fichaje de Guille Abascal por el Granada, ojalá sepa adaptarse al contexto y le acompañen los resultados, pero creo que la afición del Granada disfrutaría mucho con él», recalca Antonio Solana. «Los hinchas del Granada somos resultadistas, como los de todos los equipos del mundo, y si el equipo gana Los Cármenes se llenará... eso sí, entendería ciertos nervios si los tres o cuatro primeros partidos no salieran bien, aunque eso pasaría con cualquiera», expresa el granadino.

«Estoy convencido de que Guille intentaría que su equipo hiciera un juego bonito y que sería exigente con todos, consigo mismo el primero, dándolo todo, porque para él supondría un reto increíble meter la cabeza en el fútbol profesional español», resalta Antonio Solana, ilusionado por la posible llegada de su antiguo pupilo al club de su vida.