Ocho años después de su marcha, José Ramón Sandoval no ha perdido un ápice de su entusiasmo. El nuevo entrenador del Granada –el tercero esta temporada- trató de transmitir toda la energía positiva que le caracteriza a la plantilla que hereda desde su primera sesión ... al frente, de poco más de una hora, que tuvo lugar este martes por la tarde en Los Cármenes después de que el madrileño mantuviera un encuentro con los futbolistas tras haberse presentado ya antes incluso de hacerlo ante los medios de comunicación.
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«¡Vamos ahí!», apretó los dientes Sandoval al saltar al césped del estadio mientras uno de los miembros del departamento de comunicación le grababa. Antes ya habían salido Víctor Díaz y Carlos Neva, el capitán oficial del equipo y quien viene ejerciendo como tal sobre el campo esta temporada, pero el entrenador buscó la complicidad del primero durante una charla inicial ya ante las cámaras junto a su segundo Ismael Martínez mientras el resto de futbolistas calentaban. No participaron Lucas Boyé ni Gonzalo Villar -que se quedaron aun así a contemplar la sesión al igual que el director general Alfredo García Amado y el director deportivo Matteo Tognozzi-, además de los internacionales Myrto Uzuni, Bruno Méndez y Facundo Pellistri ni Jesús Vallejo por su problema personal.
A continuación, Sandoval dividió a los jugadores de campo en dos zonas para ejercitar la precisión con balón con un circuito marcado por picas para que realizasen progresiones sin oposición. «¡Eso es! ¡La intensidad la marcáis vosotros! ¡Es el minuto 70 de partido!», les motivaba. Siguió un partidillo de posesión sin porterías con dos equipos y Óscar Melendo como comodín antes del definitivo ya con guardametas y en dimensiones reducidas, con jugadores actuando por fuera del campo también.
Muy encima de todo lo que sucedía, José Ramón Sandoval fue manteniendo pequeñas conversaciones individuales con muchos de sus nuevos pupilos, reforzando sus mensajes personalizados golpeándoles con el dedo índice de la mano derecha sobre el pecho. Antes de cada ejercicio solía apoyarse en Jorge Molina, desde ya su tercera mano en el cuerpo técnico. «Are you ready? Come on! (¿Estás preparado? ¡Vamos!)», incitó Sandoval en inglés a Kamil Piatkowski antes del último ejercicio para sonrisas del polaco. Dio un pequeño susto Antonio Puertas, que recibió un pisotón sobre su mano derecha, siéndole vendada. Una vez concluido el trabajo, y antes de dialogar amigablemente con Ricard Sánchez, espetó a la plantilla: «Ale, a tomar viento».
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