Plácido regreso del capitán a la alineación tres meses después
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Víctor Díaz ordenó y apenas se vio exigido en su primera titularidad desde la visita a Malmö, que le devuelve a la rotación del equipoEl seguimiento ·
Víctor Díaz ordenó y apenas se vio exigido en su primera titularidad desde la visita a Malmö, que le devuelve a la rotación del equipoChema Ruiz España
GRANADA
Viernes, 29 de enero 2021, 01:37
Si plácido fue para el Granada el encuentro ante el Navalcarnero, no lo fue menos el regreso de su capitán a una alineación. Víctor Díaz fue titular por primera vez desde el pasado 1 de octubre, en la trascendental visita a Malmö, y apenas se vio exigido en todo el encuentro. El sevillano tomó su costado diestro habitual con firmeza, emparejado con un Gonzalo Sáiz que, aunque participativo, no incidió sobre la zaga rojiblanca, enlutada este jueves. Con el brazalete de nuevo ajustado al brazo, resolvió los pocos compromisos en los que se vio involucrado y, sobre todo, ordenó a sus compañeros como extensión de Diego Martínez sobre el césped sintético del Mariano González.
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Más allá de la propia trampa que podía encerrar la visita granadinista al conjunto madrileño, que ya había dejado en la cuneta al Eibar, el reencuentro con la titularidad de Víctor Díaz se antojaba importante por la recuperación del sevillano y el alzamiento de su estado anímico. Una sinovitis en la rodilla izquierda y una lesión fibrilar en el recto anterior derecho le mantuvieron alejado del terreno de juego hasta, precisamente, la cita en casa del conjunto armero. Entonces, disputó 15 minutos que bastaron a Bryan Gil para sacarle la cadena. El zaguero iba a ser titular ante la Cultural Leonesa, pero unas nuevas molestias pospusieron su regreso hasta este jueves, también en Copa.
Con Soro por delante, anduvo sobrio. Rechazó varios envíos aéreos que impidieron la carrera de Gonzalo Sáiz y contuvo las frecuentes caídas a banda de Fran Pérez. El repliegue local cuando movían los granadinos le permitió adoptar posiciones adelantadas sobre el tapete, aunque su incidencia ofensiva fue escasa. Lo que sí hizo fue organizar y corregir, y mucho. Tardó solo 6 minutos en reprender por primera vez, a Soro por no ofrecerle una salida aseada, y, aunque acudió con una sonrisa a felicitar a Germán tras el primer tanto, se esmeró más en dar nuevas instrucciones a Jorge Molina que a festejar.
Sorprendió con un pase a Soro que también pilló a contrapié al maño y, con el triunfo ya abrochado, se animó a cruzar con frecuencia la divisoria. Combinó con Jorge Molina y encontró desde la esquina la testa de Nehuén y Germán, sin lograr la asistencia. Sí sumó kilómetros, con 90 minutos apacibles que, de momento, le devuelven a la rotación.
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