Edición

Borrar
Los aficionados del Granada dan la bienvenida a su equipo en su presentación en Los Cármenes. Ramón L. Pérez
El silencio de Los Cármenes revela incertidumbre
Ambiente en el Trofeo Ciudad de Granada

El silencio de Los Cármenes revela incertidumbre

Las protestas contra la directiva y el regreso de Odion Ighalo concentraron la atención del aficionado en un duelo insulso sin grada de animación

Jueves, 8 de agosto 2024, 23:38

Los Cármenes respira en silencio a falta de acontecimientos. El Trofeo Ciudad de Granada pasó sin pena ni gloria entre la afición del Granada, que acudió a la primera cita del curso con la mente puesta en el palco. Las protestas iniciadas contra la propiedad en la previa continuaron durante el amistoso, donde fue ovacionado Odion Ighalo en su regreso. Tanto por su leyenda, como por sus declaraciones en la previa apoyando la compra del club por parte de empresarios granadinos. La cara visible de la operación, Ignacio Salcedo, se dejó ver por la tribuna junto a su socio Pepe Pazo. Oportunidad que no desperdiciaron múltiples hinchas para mostrar su apoyo ante la intentona mientras sentenciaron una vez más a la directiva actual.

Noticia relacionada

El partido del granadinismo se jugó junto a la tienda oficial del estadio desde una hora antes del pitido inicial. Movilizados a través de las redes sociales, alrededor de un centenar de aficionados acudieron a la concentración para pedir que se efectúe por fin la venta del club tras meses de negociaciones inciertas. «¡Directiva, dimisión!», «Li, vende ya» o «¡fuera de Granada!» fueron algunos de los cánticos que se entonaron a lo largo de la protesta, que se extendió hasta prácticamente el arranque del partido. El rojiblanco siguió alzando la voz una vez dentro del graderío, aunque poco a poco el volumen fue disminuyendo hasta esfumarse casi por completo. Se notó el vacío de la grada de animación a pesar de que algunos de sus antiguos miembros asistieron al choque. Actuaron de manera individual, con el magáfono olvidado en casa.

Los goles animaron por momentos la presentación. Incluso el que recibieron los jugadores de Guille Abascal tras un nuevo error en defensa. Odion Ighalo, queridísimo desde la grada, castigó a los rojiblancos aprovechando un balón muerto en el área. Ipso facto, se giró hacia la tribuna suplicando su perdón. Gesto que reconoció más tarde Los Cármenes en su sustitución rompiendo sus palmas en aplausos. El nigeriano disputó 132 encuentros oficiales con el Granada como así confirmó la camiseta conmemorativa que el club le entregó a modo de obsequio antes del inicio del amistoso.

Salió al césped Lucas Alcaraz en busca del que fuera su pupilo para la fotografía de rigor. Una estampa más granadinista que la propia camiseta, junto con la de Guilherme Siqueira en el palco de autoridades, a la que se aferra el aficionado de a pie para seguir apoyando a un equipo que no termina de disipar la incertidumbre. Sin grada de animación, pero con peticiones de dimisión atronadoras. Salcedo, atento al escenario, sigue esperando.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal El silencio de Los Cármenes revela incertidumbre