Aviso de Repsol a los propietarios de coches y motos sobre el lubricante

En primer lugar, cada tipo de vehículo tiene sus propias necesidades de lubricación, y utilizar un lubricante que no está diseñado para ese tipo de vehículo puede ser perjudicial para su motor y otros componentes importantes. Por ejemplo, el motor de una moto suele girar más rápido que el de un coche, lo que significa que necesita un lubricante que sea capaz de soportar altas temperaturas y presiones.

Si se usa un lubricante diseñado para un coche en una moto, es posible que no sea lo suficientemente resistente y que se degrade rápidamente, lo que puede provocar daños en el motor.

En segundo lugar, cada fabricante de vehículos tiene sus propias recomendaciones en cuanto al tipo de lubricante que se debe usar en sus vehículos. Estas recomendaciones se basan en años de investigación y pruebas, y se han diseñado para garantizar que el vehículo funcione de la manera más eficiente y segura posible.

Si se usa un lubricante que no cumple con estas recomendaciones, es posible que no se obtengan los mismos resultados en cuanto a rendimiento y durabilidad.

En resumen, es importante seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo en cuanto al tipo de lubricante que se debe usar, y no usar el mismo lubricante para el coche y la moto. Si tiene dudas, es recomendable consultar a un mecánico profesional. De esta manera, se pueden evitar posibles daños en el vehículo y garantizar su correcto funcionamiento.