Ideal
Sábado, 2 de octubre 2021, 10:36
Mantener en buen estado los distintos elementos de un vehículo, como los neumáticos, es imprescindible para garantizar la seguridad al volante. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha recordado esta semana la importancia de mantener limpios y en buen estado tanto el parabrisas como el resto de cristales del coche, elementos esenciales del automóvil.
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Según indica la DGT, actualmente todos los parabrisas del mercado cumplen con unos elevados estándares de calidad, seguridad y protección. Es responsabilidad del conductor mantenerlos en buen estado, limpiándolos, cambiándolos o reparándolos cuando sea necesario.
Si se detecta un pequeño impacto o rotura, lo recomendable es acudir a un taller lo antes posible. Según explica la DGT, no hay que sustituir el parabrisas si el diámetro del impacto es menor a una moneda de dos euros, si bien es necesario acudir rápidamente al taller para evitar que aumente su tamaño. La reparación costará unos 30 euros, un precio muy inferior al que habría que abonar por cambiar el parabrisas completo. No obstante, es conveniente recordar que la reparación la debe realizar una empresa especializada, que garantiza que el parabrisas recupera el cien por cien de sus propiedades y toda su rigedez.
Que un impacto crezca y lo haga a mayor o menor velocidad hasta que llegue a colapsar depende de varios factores, según la DGT. Primero, del tipo de parabrisas, pero también de la disparidad de temperatura que haya entre el habitáculo y el exterior y de la humedad.
Además de estar atentos a posibles impactos o roturas, la DGT señala que es esencial mantener el parabrisas limpio por dentro y por fuera. Al limpiarlo hay que tener en cuenta que el excesivo calor y los cambios de temperatura elevados generan importantes tensiones en los cristales. Si las bajas temperaturas crean una capa de hielo sobre el parabrisas y se utiliza agua muy caliente, el cambio brusco de temperatura puede producir su rotura. Si existe hielo en el exterior, lo más recomendable es utilizar una rasqueta con la goma en buen estado para no rayar el cristal. También se puede usar alcohol, que tiene una temperatura de congelación muy baja (-114 ºC), o algún producto específico.
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Por último, la OCU recuerda que también es importante que los limpiaparabrisas estén en buen estado para que realicen un barrido limpio y completo de toda la superifice. Es recomendable cambiarlos una vez al año o cada seis meses, pues el calor y la suciedad deterioran la goma. Además, para una correcta eficacia, su depósito de agua debe estar siempre lleno, siendo aconsejable mezclarla con productos que ayudan a mejorar la limpieza. En zonas muy frías es recomendable mezclar agua con un producto descongelante.
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