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GRANADA
Martes, 3 de agosto 2021, 12:11
La nueva ley de lucha contra el fraude fiscal aprobada por el Gobierno obliga a los autónomos a prestar especial atención a sus operaciones en efectivo. La norma contempla la prohibición de los programas de software de doble uso o mayores recargos en las presentaciones tardías de las declaraciones ... , además, de controlar exhaustivamente la cantidad de dinero en efectivo que mueven los trabajadores por cuenta propia.
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El texto, recogido en la Ley 11/2011 de 9 de julio, recoge que se reduce de 2.500 a 1.000 euros el límite máximo de las operaciones en efectivo para empresarios o profesionales, grupo que engloba a los autónomos, que, si pagan o cobran en efectivo por un importe superior a dicha cifra, podrían tener problemas fiscales. La norma establece que, en caso de incumplimiento, se impondrá una sanción del 25% de la base de la sanción, lo que supone que, siempre que se rebase tal cantidad en un pago o un cobro, el 25% de la cifra final conformará la cuantía de la sanción.
Sin embargo, existen algunas reducciones a las que se pueden acoger los autónomos sancionados y que pueden disminuir el montante de la multa. Según la Agencia Tributaria, «el pago voluntario por el presunto responsable en cualquier momento anterior a la notificación de la resolución» supone una disminución del 50%, aunque conlleva renunciar a la vía administrativa y contempla el pago de esta reducción si se recurre en la vía contencioso-administrativa. Al margen, el texto señala que la reducción de las sanciones por un acta con acuerdo sube al 65% y la reducción por conformidad se mantiene en un 30%.
Por dinero efectivo, según la Ley 10/2010 de 28 de abril, se entiende el dinero en papel, moneda y moneda metálica, tanto nacional como extranjera; efectos negociables o medios de pago al portador; tarjetas prepago, y materias primas utilizadas como depósitos de valor de gran liquidez.
Las medidas contra el empleo de dinero en efectivo se comienzan a aplicar después de que el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2021 de la Agencia Tributaria marcase ciertas directrices, pues dicha estrategia ya lo relacionaba a la economía sumergida y hacía hincapié en «sectores y modelos de negocio en los que los niveles de economía sumergida puedan generar una especial percepción social, con especial observancia del uso de efectivo en cantidades superiores a las legalmente establecidas». Dichos sectores, atendiendo a lo indicado por el portal especializado Autónomos y Emprendedores, serían el comercio, la restauración, la construcción, las reformas, actividades inmobiliarias o recogidas de frutas.
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