«La semana que viene puede haber gasolineras en desabastecimiento de combustible»

«Principalmente, dependemos del conflicto bélico», resuelve Pablo Torrecillas, uno de los fundadores de dicha página web. «La tendencia está tan al alza que no nos atrevemos ni a decir que habrá un punto en el que vaya a parar. Tiene que detenerse, porque, si no, es impensable, y no solo por los usuarios que tenemos moto, coche o lo que sea, sino también por transportistas», agrega. Su hermano y cofundador también del portal, Carlos, coincide. «Yo creo que llegará un punto en el que tendrá tal efecto que tendrá que bajar, simplemente porque no se podrá sostener. Imagino que el conflicto bélico tiene un 50 o 60% de impacto directo en que eso pase», afirma.

La inflación del precio del carburante está íntimamente relacionada con la evolución de la tesitura en Ucrania. «La gasolina y el gasóleo no dejan de subir por las tensiones que hay en el mercado con Rusia», aclara. Las sanciones impuestas al Gobierno de Vladimir Putin acentúan el problema. «La Unión Europea lo que está haciendo es no inyectar dinero para que Rusia no lo destine a la guerra, pero, al no comprarle, estamos cortando la oferta de combustible. Y, al tener la misma demanda, el precio sigue subiendo», explica Fernando García. En la misma línea se expresa el decano del Colegio Profesional de Economistas de Granada, José María Escudero. «Está disminuyendo el suministro, o se prevé que va a disminuir, y, ante esta falta, suben los precios. Cuando falta por un sitio, se tiene que buscar otros proveedores. Lo que pasa es que estas cosas se deben tomar con más plazos», lamenta.

«De cara al mercado y al ciudadano, es contraproducente, porque estamos cortando la oferta de compra. El escenario es todavía más negro tras la decisión de Biden de prohibir la importación de petróleo ruso», afirma presidente de la Asociación Provincial Estaciones de Servicio. El colectivo, a nivel nacional, trata de lograr una reducción del IVA sobre el combustible, del 21% actual al 0% de forma temporal y hasta un 10% de forma prolongada posteriormente . «Si ahora mismo, por ejemplo, nos bajaran el IVA a un 10%, supondría bajar unos 15€ al depósito, como mínimo», matiza.

Los datos, entretanto, continúan creciendo, marcando récords de crecimiento diario a cada jornada. Este viernes, está previsto un incremento de 10 céntimos en el carburante, a tenor de lo trasladado por Fernando García. «No tenemos un precedente similar», sostiene Pablo Torrecillas. Su portal refleja este miércoles que la mayor subida del combustible en España data de este martes, cuando el precio de la gasolina se elevó 6,2 céntimos y el del diésel lo hizo en 4,5 céntimos. Los dos euros por cada litro de carburante ya se han rebasado «Es decir, estamos hablando de que en un periodo de dos meses, ha podido subir cerca de 50 céntimos. Eso es, más o menos, 0,08 céntimos diarios de continua subida», añade Carlos Torrecillas. «Nunca hemos tenido un 2 en un surtidor», insiste el primero de los hermanos.

Poco pueden intervenir las gasolineras en esta tesitura. «Casi el 70% de las estaciones de servicio son PYMES de familias. Estamos integrados en la red de distribución de un producto, en la cual nosotros no podemos controlar el precio de compra», argumenta Fernando García. Sí, en cambio, se ven igualmente perjudicadas. «Algunos empresarios en Granada sabemos a ciencia cierta que estamos asumiendo pérdidas, porque no podemos repercutir el precio del producto en monolito. La subida no está siendo tan drástica como lo está siendo en los mercados», apunta.

Para la próxima semana sí se espera un ascenso más brusco. A ello se le une la huelga de transportistas convocada para el próximo lunes, que aumenta el riesgo de que algunas estaciones de servicio no reciban el producto suficiente para abastecer la demanda. «Dentro de tres días, el combustible está más caro, y la semana que viene no solo puede estar más caro, sino que puede haber estaciones en desabastecimiento, que no tengan combustible», advierte. Entonces, el barril de Brent, a 90 euros por metro cúbico hace un mes, se situará cerca de los 135 euros por metro cúbico. «Va a ser una semana negra para el mundo del transporte», sentencia.

La problemática trasciende el sector del carburante e, incluso, al propio ámbito del transporte. «Todos los procesos de producción dependen de la energía, llámese electricidad, petróleo o gasolina. En el momento en el que eso aumenta tus costes de producción, la empresa lo que acaba haciendo, cuando puede, es intentar absorberlo, pero esta subida va a influir en todos los costes de producción», determina José María Escudero, quien define el sistema como «una cadena». «Si la empresa compra más caro, acaba repercutiendo en los precios de sus productos y, más tarde o más temprano, acaba repercutiendo al consumidor».

Bajo su punto de vista, la cadena arrastra esta fractura desde que la covid-19 golpeó a la economía mundial. «Hasta que las cadenas de suministros comenzaron a tener capacidad, ha habido una rotura, que significa una subida de los precios medios en torno a un 30%», afirma el decano del Colegio Profesional de Economistas de Granada. Una circunstancia en la que el consumidor apenas tiene margen de maniobra. «Hay factores en los que van a tener poca influencia. ¿Dónde está el efecto o el daño más cercano a los consumidores finales? En las decisiones, en donde vayan a echar la gasolina. De alguna manera, ahí sí pueden elegir», esgrime. García, en cambio, lo resume más: «El ahorro está en llenar hoy el depósito, porque mañana es más caro».