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El Profesor hace balance Álvaro Morte: «Hay heridas que nunca sanan, pero van cicatrizando»

Estudió Ingeniería de Telecomunicaciones, pero lo dejó todo para dedicarse a la interpretación y, con 48 años, se ha convertido en una estrella mundial por su interpretación del Profesor en la serie La casa de papel. El actor, que acaba de ser homenajeado en el Festival Internacional de Cine de Almería, nos habla de las bondades y los contratiempos de su profesión.

Viernes, 24 de Noviembre 2023, 11:25h

Tiempo de lectura: 5 min

La fama le llegó tarde. Tenía 42 años cuando se encontró, de pronto, con un personaje al que medio planeta reconocía por la calle. Desde entonces, el famoso Profesor de la serie La casa de papel extiende su sombra (él prefiere llamarlo «brillo») en cada una de sus apariciones públicas. «Tengo el enorme privilegio de que la gente se me acerque por la calle con muestras de cariño porque valora mi trabajo, pero tanta exposición también tiene un lado oscuro, y es que siempre estás a expensas de que te machaquen», asegura.

«La nostalgia es muy peligrosa porque es la mezcla perfecta de la alegría al recordar algo y la tristeza de que ya no suceda. Y el error es quedarnos estancados en esta última parte»

Con una película de terror psicológico por estrenar, Inmaculada –y en pleno rodaje de la adaptación al cine del libro Vírgenes y verdugos, de Tomás Bárbulo– Álvaro Morte es consciente del momento profesional que vive y que debe aprovecharlo. Su última serie internacional, La rueda del tiempo, o el reloj que lleva en la muñeca como embajador de Breitling son algunas de las cosas que le recuerdan la importancia del 'aquí' y el 'ahora'.



XLSemanal. Los relojes siempre nos han recordado aquello del tempus fugit.

Álvaro Morte. Claro, es algo que obsesiona a la humanidad. Es fundamental aprovechar el tiempo, incluso aunque sea para perderlo, porque esas vacaciones que se toma el cerebro son muy sanas. Cada vez soy más partidario del mindfulness, de saber vivir el momento presente. Antes, cuando se me iba el santo al cielo, me daba mucha rabia, pero ahora estoy aprendiendo a disfrutarlo.

XL. Los beneficios del aburrimiento…

Á.M. Por supuesto, si estás completamente aburrido, tu cabeza se pone a funcionar y empiezas a crear cosas. Yo me he criado en un pueblo de Córdoba en el que solo había olivos y una pelota heredada de mis hermanos mayores [se ríe]. Pero recuerdo el aburrimiento como el resorte que despertaba la imaginación. Yo soñaba con ser piloto. Me hubiera encantado volar y recorrer mundo.

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Altos vuelos.El actor, embajador de Breitling, posa con el reloj Chronomat, inspirado en el que se creó en 1980 para los pilotos de vuelo. Por aquellos años, Morte ni fantaseaba con ser actor. «Yo soñaba con ser piloto –cuenta—. Me hubiera encantado volar y recorrer el mundo». |Fotografía: Breitling.

XL. El problema es que queríamos hacernos mayores muy deprisa…

Á.M. Y tanto. Había una discoteca en el pueblo y yo quería entrar a toda costa, así que con 12 años ya les decía que tenía 18. Y me miraban de arriba abajo como diciendo «¿en serio?» [se ríe]. Porque allí nos conocíamos todos.

XL. ¿Y cuándo se dio cuenta de que el tiempo iba demasiado rápido?

Á.M. Quizá con La casa de papel. Nadie está preparado para algo así. A la mayoría de los actores, el éxito les llega poco a poco, pero lo que nos pasó a nosotros es como si, de repente, te tiran un cubo de agua encima. Es un shock. Hay que aprender a gestionarlo. Y en ese periodo, no te voy a engañar, hay cierto sufrimiento.

«Los actores estamos dejando de tener miedo, pero eso no significa que no haya represalias»

XL. ¿Sigue siendo tan alargada la sombra del Profesor?

Á.M. Más que 'sombra', yo lo llamaría 'brillo', porque me ha proporcionado algo increíble: el cariño de la gente. ¿A qué dentista lo paran por la calle para decirle «¡no veas qué maravilla de empaste que me hiciste el otro día!»? [Se ríe]. Lo que hay que intentar es que ese brillo no te ciegue y te impida ver otras cosas.

XL. ¿Conoce a muchos actores que se hayan dejado cegar?

Á.M. Es que, cuando llegas a cierto nivel de éxito, es muy fácil dejarse llevar y empezar a flotar y a volar. Y, claro, te puedes pegar un piñazo estupendo. Por eso hay que seguir con los pies en el suelo porque, cuanto más profunda es la raíz, de forma más segura puedes crecer. De lo contrario, puedes pensar que el éxito te da poder y usarlo para tiranizar el ambiente. Y eso ya no es poder, es abuso.

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Detrás del personaje. Con la máscara de Dalí durante el rodaje de La casa de papel.

XL. Pero también tendrá un lado positivo...

Á.M. Por supuesto. Por ejemplo, usar ese poder cuando se comete alguna injusticia en un rodaje o cuando no llegan los pagos. Puedes ayudar a que ese tipo de cosas mejoren.

XL. ¿Como ha ocurrido con la huelga de guionistas o la de actores?

Á.M. Claro, porque a veces es necesario parar la máquina para ajustarla y que pueda seguir funcionando. Había que encontrar una solución para que dejara de haber tantas desigualdades.

XL. También las actrices alzaron la voz con el #MeToo.

Á.M. Afortunadamente estamos empezando a dejar de tener miedo. Pero eso no significa que no haya represalias. ¿Tú has vuelto a ver trabajar a alguna de las actrices que iniciaron ese movimiento? Creo que es un acto de valentía increíble. Y es una de las cosas buenas que tienen las redes sociales, que una voz puede llegar a muchos sitios. Ahora tenemos un poco más la capacidad para enfrentarnos a ciertos poderes.

XL. Habla del lado bueno de las redes, pero ¿y el malo?

Á.M. Pues que también estamos a expensas de que nos machaquen. Mi profesión es muy dura en ese sentido. Somos figuras públicas y estamos expuestos a que cualquiera te pueda decir algo desagradable porque esa mañana se ha levantado con el pie cruzado. Yo no condeno las redes sociales en su totalidad, faltaría más, pero en un futuro nos daremos cuenta de lo nocivas que pueden llegar a ser.

Álvaro Morte es embajador de Breitling, la marca suiza líder en alta relojería. ¿Su reloj preferido? El Super Chronomat, el más potente todoterreno de la firma

XL. ¿Usted ha estado muchas veces en el punto de mira de los comentarios destructivos?

Á.M. Solo una, por algo que se sacó de contexto, pero no tengo muchos haters. Todos sabemos que no deberíamos permitir que esos comentarios nos afectaran, pero es muy peligroso; a lo mejor tienes la enorme suerte de estar en un momento estable en tu vida a nivel mental. Pero ¿y si no lo estás? Y los actores somos una diana perfecta para que cualquiera se pueda desfogar contigo.

XL. ¿Esto nos lleva a concluir que cualquier tiempo pasado fue mejor?

Á.M. Ni muchísimo menos. Cualquier tiempo desaprovechado fue peor. La nostalgia es muy peligrosa porque es la mezcla perfecta de la alegría al recordar algo y la tristeza de que ya no suceda. Y el error es quedarnos estancados en esta última parte.

XL. ¿Será entonces que el tiempo lo cura todo?

Á.M. Pues algo de razón tiene esa frase. Hay heridas que nunca sanan, pero van cicatrizando.