El gran molino romano que se encontró en Granada por casualidad
Granada Arqueológica ·
Los Mondragones, un tesoro arqueológico en torno a la ribera del Beiro | El complejo, hallado de forma fortuita, se compone de un monumental molino de aceite, una casa o domus y un edificio religioso
ángel rodríguez aguilera
Granada
Domingo, 10 de noviembre 2019, 01:19
En época romana la ciudad de Granada llevaba el nombre de Florentia Iliberritana, ocupaba buena parte del cerro del actual barrio del Albaicín y era heredera de un antiguo asentamiento fortificado íbero –un oppidum– conocido como Ilturir o Iliberri.
Era una pequeña urbe en relación con otras de la provincia Bética, pero jugó un papel muy importante en los siglos de la Antigüedad Tardía, especialmente por ser la sede del primer concilio de la Iglesia católica en la Península Ibérica, allá por el año 304 d.C. Este hecho, unido a su posición estratégica, la riqueza agrícola y minera condicionó de manera decisiva su devenir histórico y siglos más tarde el desarrollo de la arqueología en Granada.
El núcleo urbano principal estaba amurallado y se corresponde con la parte mas alta del cerro del Albaicín. Las excavaciones que se hicieron en los 90 al construir la mezquita en San Nicolás y los recientes hallazgos en la puerta de Hernán Román así lo confirman. El entramado urbano –del que realmente conocemos poco– debía de ser en gran medida el del antiguo asentamiento íbero y en la zona central se encontraba el foro, plaza pública donde se concentraban todas las actividades públicas, sociales políticas y comerciales de la ciudad.
La aristocracia local tenía grandes posesiones extramuros, conocidas como villas, articuladas en torno a los ejes fluviales, el Darro, el Genil y especialmente el Beiro, que también marcaban las principales vías de acceso a la ciudad. La arqueología ha permitido reconocer de forma clara algunas como la de la calle Primavera, en el Zaidín, otros restos aparecidos en el antiguo hangar de la estación de autobuses en el Camino de Ronda y finalmente, en los Mondragones, junto al Beiro.
Hasta la fecha el más importante de todos es el último, aparecido por casualidad en el año 2013 y en donde se han excavado hasta la fecha algo más de 6.000 metros cuadrados de extensión. El complejo arqueológico de los Mondragones se encuentra al norte de la ciudad, junto a la ribera del río Beiro, en concreto en su margen derecha, dentro de lo que fue el antiguo Cuartel de Los Mondragones. De ahí ha tomado su nombre. Hasta el año 2013 se desconocía su existencia y los primeros restos aparecieron durante el transcurso de las obras de construcción de un aparcamiento subterráneo. Dado que esta zona se encuentra fuera del casco histórico los movimientos de tierras comenzaron sin cautelas arqueológicas y el descubrimiento de unos potentes muros de sillares obligaron a realizar una excavación de urgencia que se prolongó durante varios meses.
Se excavaron numerosas estructuras de lo que en principio pensamos que podría ser una más de las villas de la aristocracia urbana de Florentia Iliberritana: un gran molino de aceite, con connotaciones monumentales, distintas dependencias artesanales, una calle o calzada, que era el eje de todo el conjunto, una gran casa o domus, donde aparecieron hasta cinco mosaicos con distintos tipos de decoración, geométrica y vegetal, y un edificio religioso –quizás los primeros vestigios materiales de una iglesia cristiana en Granada– en torno al cual se organizó un gran cementerio desde el siglo V d.C. hasta el VI-VII d.C.
Elementos singulares salvados
A partir de este hallazgo una parte fue conservada y la otra se destruyó, salvando previamente todos los elementos singulares e importantes, como los mosaicos. En los años sucesivos –en 2016 y en 2018– se hicieron nuevas campañas de excavación, promovidas por la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), dependiente de la Consejería de Fomento, para conocer mejor el yacimiento y evitar el impacto de la urbanización futura, proponiendo la integración de una buena parte de lo aflorado en las excavaciones. Lo más destacado es un edificio termal o balneum y un complejo de edificios muy bien conservados, entre los que destaca un posible templo cristiano del siglo IV d.C., aunque esto de momento sigue siendo solo una hipótesis.
La concentración de edificios de tipo público o semipúblico de carácter monumental y la existencia de una cierta trama urbana confirma que nos encontramos ante un asentamiento que en origen fue una villa pero que después evolucionó con el tiempo en un centro mayor concentrando a la población y posiblemente algunas actividades de tipo administrativo, hasta finales de la Antigüedad, alcanzando casi el momento de la conquista islámica. La importancia de la villa se sustentaba en su capacidad económica, en su riqueza… y ¿cuál era la base de la misma? El oro líquido: el aceite.
De todo ello lo más espectacular es sin duda el molino de aceite, que fue excavado y se encuentra protegido, a la espera de que se pueda habilitar su visita. Se trata de una construcción rectangular que modificó la topografía del terreno para poder utilizar la fuerza de la gravedad en el proceso de producción del aceite utilizando un sistema de cuatro prensas. La parte central, que es la más monumental, está construida con grandes sillares bien escuadrados conservando cuatro áreas de prensado formadas por losas de piedra de Sierra Elvira, con un canal perimetral para recoger el aceite y conducirlo por su propio peso hasta unas gárgolas, que lo vertían en una sala que se encontraba a una cota inferior.
La importancia de la villa se sustentaba en su capacidad económico como punto de fabricación de aceite de oliva
El lugar donde se prensaba la masa de aceituna es lo que se conoce como torcularium y donde se recogía el oro líquido para decantarlo y envasarlo, la cella olearia. En la parte trasera se encontraba la sala de contrapesos, que eran grandes moles de piedra de Sierra Elvira que se movían por medio de un tornillo accionado por esclavos y que con su peso conseguía prensar la pasta de aceituna produciendo el aceite. Todas estas zonas de trabajo estaban comunicadas por un corredor de casi dos metros de altura que hoy podemos transitar tal como lo hicieron los iliberritanos en el siglo III y IV d.C. En las excavaciones no han aparecido restos de ánforas por lo que es muy probable que el aceite se envasara inicialmente en odres y se transportara hasta una zona específica para hacerlo o quizás directamente en los puertos, donde se distribuía por todo el Mediterráneo, llegando hasta Roma.
La importancia del aceite en la vega de Granada durante la época romana era bien conocida. No en vano unas de las familias más poderosas de Roma –los Valeria Vegetii– eran oriundos de Iliberri y habían hecho fortuna precisamente con su producción y comercialización en la capital del Imperio.
Ahora, gracias a un hallazgo fortuito, tenemos delante de nosotros uno de los pulmones económicos de la Granada romana, quizás el molino de aceite más monumental de todos los que se conocen hoy día.
Ficha técnica
1
Localización. Calle Ribera del Beiro s/n. Complejo administrativo de Los Mondragones. Solares del PERI Ministerio de Defensa, administrado por la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA)
2
Descripción. Complejo arqueológico de época romana, fundado en el siglo I d.C., con un periodo de monumentalización en el siglo IV d.C. y una intensa ocupación tardoantigua, con re-ocupaciones puntuales en la Edad Media hasta el siglo XIII. Excavado en varias fases desde el 2013 hasta la actualidad. Parte de los restos descubiertos en la primera intervención fueron destruidos, pero los más importantes se conservan protegidos, como son el molino de aceite y un edificio que asociamos a las primitivas comunidades cristianas de Granada. Los mosaicos que aparecieron en la casa principal del yacimiento fueron trasladados al Museo Arqueológico Provincial y parte de uno de ellos se encuentra expuesto. Presenta una estructura de cierto carácter urbano y una larga vida durante los siglo V al VII d.C.
3
Cronología.
4
Siglo I d.C. al VII d.C. Altoimperial, Tardorromano y Tardoantiguo. En la Edad Media siguió ocupado parcialmente hasta el siglo XIII (época Almohade).
5
Acceso. EActualmente se puede ver el molino de aceite, bajo las pistas de pádel de las instalaciones deportivas, lo mismo que los restos de la iglesia del siglo VI d.C. También las excavaciones de los últimos años. No existe acceso al público porque aún se encuentra en proceso de excavación. Para acceder al molino hay que solicitar permiso al Ayuntamiento de Granada.
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