El amplio historial de 'el Banano' con solo 25 años: 50 causas judiciales y una petición de indulto

La pandemia ha vaciado de gente las ciudades y en algunos momentos solo hay periodistas, policías y delincuentes en las calles, lo que demuestra, una vez más, que la mejor escritora de guiones es la realidad.

La información y la seguridad son servicios esenciales. El crimen no. Pero es muy difícil que los malos respeten el confinamiento. No va con ellos. No soportan los muros ni las rejas. Da lo mismo que sean de hormigón y acero o de papel, como el decreto que implantó el estado de alarma el 15 de marzo.

El ya célebre Rubén F. U., alias 'el Banano', es uno de esos 'ingobernables'. Con solo 25 años, acumula un historial criminal de 'marrones' que duplica su edad. Es un rebelde con causas... judiciales: más de medio centenar, según las fuentes consultadas por IDEAL El listado de sus supuestas fechorías es casi inabarcable: lesiones, robo de vehículos, malos tratos en el ámbito familiar, allanamiento de morada, conducción temeraria, extorsión, amenazas, atentado a la autoridad, detención ilegal, quebrantamiento de condena... La relación empieza en 2008, que fue cuando alcanzó la mayoría de edad, y ella hasta el pasado 27 de marzo.

Rubén no olvidará nunca ese día. Adquirió notoriedad nacional al atropellar, presuntamente, a un guardia civil que participaba en un control para vigilar el 'toque de queda' impuesto por las autoridades para frenar la expansión del COVID-19.

Iba al volante de un BMW rojo y sin carné de conducir porque nunca lo ha tenido. El agente resultó herido, pero, por fortuna, fue dado de alta pocas horas después del suceso.

Veinticuatro horas antes, según ha podido constatar este periódico, 'el Banano' ya tuvo otro encontronazo con las fuerzas de seguridad: presuntamente, se saltó otro control de la Benemérita, pero consiguió huir. Iba en el mismo BMW rojo.

Quizá porque logró sortear a 'los civiles', volvió a echarse a la carretera el 27 de marzo. Pero en esta vez no le acompañó la suerte. Tras arrollar, supuestamente, al agente del instituto armado, su persecución y posterior detención, al menos en Granada, llegó a eclipsar hasta a las informaciones sobre el coronavirus. Y el 'caso Banano' no había hecho más que empezar. Además de atentar contra un integrante de la Benemérita, Rubén se metió en otro jardín... de marihuana

'El Banano', tal y como desveló IDEAL el mismo día de los hechos, se ocultó en el bajo de un bloque de viviendas de la calle Molino Nuevo y, sin querer, delató a una docena de vecinos del inmueble que se dedicaban a la producción de cannabis de 'interior'. Los guardias fueron aporreando las puertas de los pisos para capturar al fugitivo y, cuando los residentes les franqueaban la entrada, pues se toparon con las macetas de hierba.

La mala pata del joven pinero, que ya está entre rejas, dio lugar a una catarata de bulos y leyendas urbanas que se viralizaron en las redes sociales a la misma velocidad que el COVID-19 ha colonizado el mundo.

Árboles genealógicos sobre facciones mafiosas de Granada que no existen, reyertas y 'bananólogos' de nuevo cuño, imágenes de tiroteos que no habían sido tomadas en Granada, 'fake news' para entretener a la audiencia. El espectáculo debía continuar.

Este diario ha contactado con varios miembros de los clanes a los que se está difamando en las redes y están indignados. Es el caso de una familia que está perfectamente integrada y colabora con la Diputación en los programas para prevenir el absentismo escolar en Pinos Puente. Por cierto, el interlocutor de IDEAL estaba encamado con el COVID-19.

Tampoco la parentela del propio 'Banano' es conflictiva. Igual que los audios que navegan por el ciberespacio alertando de las represalias que estarían tomando los presuntos narcos de Molino Nuevo contra el entorno de Rubén. Son falsos. Igual que las imágenes de un tiroteo que ocurrió hace años en Huelva y que ahora se presentan como grabadas en Granada para ilustrar la imaginaria guerra de bandas.

De lo poco cierto, es que unos autores anónimos grabaron y difundieron un breve trap (una variante latina del rap) en Internet con una rima que decía así: «Banano, primo, tú la has 'liao', en el Molino, te han 'encontrao'…»

Lo que también es verdad es que las aventuras y desventuras de 'el Banano' han servido para añadir un nuevo capítulo a la dramática, aunque a veces pintoresca, relación de Granada con 'la maría'. Y es curioso, porque Rubén, que se sepa, sobrevive gracias a otro tipo de fechorías y no del cáñamo. Sus delitos, presuntos o ya sentenciados, tocan prácticamente todos los palos del Código Penal, pero muy residualmente el narcotráfico.

Aún así, 'el Banano' y 'la maría' se han convertido en la pareja de moda en Granada.

Lo llamativo es que si se rastrea en la trayectoria de Rubén aparecen hechos que son bastante más llamativos que los que le atribuyen mendazmente en las redes sociales. Por ejemplo, 'el Banano' pidió en 2018 al Ministerio de Justicia un indulto por un delito de conducción sin en el correspondiente permiso. El Gobierno reclamó su historial a los juzgados y no hubo perdón.

Seguro que no le sorprendió.