Delia González, coordinadora de voluntariado en Relevo x la vida. Ramón L. Pérez

«Si me hubieran dado más facilidades, tal vez habría conservado mi trabajo»

Delia González lleva seis años luchando contra el cáncer. Hace dos, la Seguridad Social le dio la incapacidad permanente «sin justificación alguna»

Domingo, 17 de noviembre 2024

Si la baja laboral flexible que recientemente ha propuesto la Seguridad Social hubiera existido antes, Delia González tal vez habría conservado su puesto de trabajo. Así lo defiende esta granadina de 44 años, ex profesora de Infantil, coordinadora de Voluntariado de la asociación Relevo x ... la vida –que atiende a adolescentes y jóvenes pacientes oncológicos– y que lleva seis luchando contra el cáncer. El suyo fue un diagnóstico tardío: cáncer de mama metastásico. En cuestión de meses, le dieron la baja permanente revisable cada dos años «sin justificación alguna». «No puedo ser maestra, pero sí albañil, que es un trabajo físico duro. Eso es lo que más me machaca», señala.

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Delia llevaba años quejándose de que tenía «algo». Notaba mucho cansancio y unos bultos en las mamas, pero el médico de turno siempre le decía que «no era nada». Pasado un tiempo, le salieron bultos en la axila y la respuesta fue la misma. «Me dijeron que era porque me había hecho el láser, pero resultó ser cáncer de mama. Para entonces, se había extendido y estaba casi en grado 3», recuerda. Le quitaron «veintitantos»ganglios linfáticos del brazo afectado. Por eso, hoy tiene linferema.

Cuando supo lo que le pasaba, en enero de 2020, le explicó al médico que tenía el brazo vendado por el tratamiento. Ella quería seguir trabajando, se sentía bien. Era maestra de Educación Infantil en un colegio concertado. Pero cuando estalló la pandemia, le llegó una carta de la Seguridad Social en la que se le comunicaba que no podía seguir trabajando y que le daban la incapacidad permanente.

Esta mujer se hizo un estudio genético porque su padre tuvo cáncer y varios familiares han muerto por eso. También se quitó los ovarios y la otra mama «por precaución». «Me dijeron que tenía un año más o menos para incorporarme en el colegio, pero me quedaban operaciones y tiempo de recuperación. O retomaba el trabajo antes de mayo de 2021 o me daban la incapacidad. Yo pensé que podía recuperarme a tiempo», admite. Antes de que el tiempo se agotara, la directora del centro la llamó preguntándole si ya sabía que no iba a poder volver a su puesto de trabajo.

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Una vida más allá

Por suerte, tiene quince años cotizados, pero también dos hijos, una hipoteca, una vida, y solo le mantienen la mitad de su sueldo. «Ya que me incapacitan, que me den el 100%», reivindica. En este tiempo, Delia ha sufrido un tromboembolismo pulmonar;le han puesto músculo de la espalda en el pecho y tiene que ir cada lunes a que le saquen el líquido que se acumula ahí, y le han dado el 33% de discapacidad.

En conclusión, «si la baja flexible hubiera existido antes, yo habría podido seguir trabajando, estar de baja el tiempo suficiente para recuperarme y poder mantener mi puesto», insiste. Esta granadina tiene claro que ella no tiene por qué estar de baja más tiempo que otra persona. «No soy menos trabajadora porque haya tenido cuatro operaciones o un cáncer de mama».

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