![El primer cubo Rubik se vendió hace 50 años y sigue levantando pasiones... entre quienes menos imaginas](/xlsemanal/wp-content/uploads/sites/5/2025/02/papa-francisco-cubo-rubik-a.png)
El éxito de un icono cultural
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El éxito de un icono cultural
Lunes, 10 de Febrero 2025, 17:42h
Tiempo de lectura: 5 min
Cuando el profesor y matemático húngaro Ernö Rubik presentó oficialmente su ‘cubo mágico’ en 1975, poco podía imaginar que ese «juguete lógico tridimensional» para el que pidió la patente se iba a convertir en un icono cultural. Sus primeros ejemplares salieron a la venta en 1977 y solo en los dos años siguientes ya se habían vendido trescientos mil cubos. Lo que siguió fue la increíble historia del éxito mundial de un objeto que había comenzado como una herramienta escolar para ayudar a sus alumnos a entender la geometría tridimensional y los movimientos espaciales, pero que terminó por llegar a los hogares de todo el mundo. La Rubikmanía había nacido.
«En el colegio nos regaló camaradería, competición y orgullo. En casa fue un entretenido rompecabezas para toda la familia. Para la cultura popular se convirtió en el símbolo de una época», cuenta Roland Hall, el autor del libro El Cubo de Rubik’s (Cinco Tintas). Y es que, según explica el experto, aquel objeto cambió el mundo «y no solo el de los juegos y los juguetes: su forma, sus colores y su nombre aparecieron en revistas y videoclips, en la arquitectura y el arte callejero, en aulas de escuelas y universidades y en infinidad de sitios más». Hoy en día se calcula que se han vendido más de 450 millones de cubos en todo el mundo.
La locura se desató en los años 80, cuando la gente empezó a tomarse en serio los tiempos de resolución. El primer campeonato mundial de cubo de Rubik tuvo lugar en 1982. «Por supuesto, se celebró en Hungría y contó con la asistencia del profesor Rubik. Acudieron cuberos de todo el mundo y se establecieron y batieron récords, sobre todo el de la rapidez de resolución. El mejor tiempo en aquella época era de 22,95 segundos», asegura Hall. Medio siglo años después, los cuberos más veloces son capaces de resolver siete cubos en ese tiempo (el récord está en 3,13), y eso teniendo en cuenta que hay más 43 trillones de variaciones posibles.
Y de ahí el mérito de esos cuberos que año tras año van superando los récords que ellos mismos se marcan. Uno de los más famosos es el cantante Justin Bieber, que ha aparecido con frecuencia en programas de televisión completando el cubo. Lo hizo mientras cantaba en un karaoke en el coche del programa The Late Late Show de James Corden, e incluso en una ocasión lo grabaron resolviéndolo en 90 segundos.
También el actor Will Smith es un cubero célebre con un récord televisado en Francia por completar el rompecabezas en menos de un minuto. Incluso su personaje en la película En busca de la felicidad era un avezado jugador que conseguía solucionar el cubo después de haberlo visto solo unos minutos antes. En el baloncesto de élite, los estadounidenses y estrellas de la NBA Stephen Curry y Chris ‘Birdman’ Andersen también son dos grandes jugadores del rompecabezas tridimensional y este último ha colaborado en iniciativas educativas para animar a los niños y niñas a resolver el cubo.
Otros rostros conocidos como los actores Steve Carell, Ryan Gosling y Megan Fox o el papa Francisco han salido en varias ocasiones con el cubo en la mano pero, de momento, no sabemos con certeza sin son capaces de completarlo en los tiempos récord de los anteriores. «He estado intentando todo el año resolver el cubo de Rubik en menos de un minuto para poder compartirlo en Instagram. ¡Y por fin lo he conseguido!», decía al actor Chris Pratt (Guardianes de la galaxia) en 2020, en plena crisis mundial del coronavirus. «El récord mundial es como de cinco segundos. Algo que conseguirán utilizando magia negra, ¿no? Eso no cuenta para mí. Estoy de broma. Los niños que resuelven el Cubo de Rubik en menos de diez segundos son mis héroes. ¿Estás atrapado en la cuarentena? ¡Cómprate un Cubo de Rubik!», recomendaba.
Desde su creación, este juguete de lógica ha aparecido en el cine, en series y ha sido inspiración para obras de arte, ropa, mobiliario e incluso arquitectura. El edificio 'cubo hundido', ubicado en el Melbourne Museum de Australia; el edificio Play Country de Quian'an, en China; o el Centro Pompidou, de Málaga son algunos de los ejemplos de inspiración arquitectónica. En cuanto a su valor en el mundo del arte, el cubo alcanzó su máximo precio con la construcción del Masterpiece Cube, creado en 1995 por la empresa Diamond Cutters International (DCI) con piedras preciosas. Su CEO, Fred Cuellar, construyó esta joya en colaboración con Rubik y se trata de una versión a escala de sus primos fabricados en serie, pero está valorado en 2,3 millones de euros.
Y, aunque la fiebre del cubing estuvo un tiempo alejada de los focos, aquel juguete que, según su creador, «pone de manifiesto valores universales de la naturaleza humana como la curiosidad, la perseverancia y el ingenio», no podía desaparecer y las nuevas generaciones lo han vuelto a poner de moda. A algunos, incluso, no les basta con completar el reto en el modo tradicional y han querido ir un paso más allá hasta llegar al 'cubing extremo'. Entre las modalidades de resolución más increíbles que se han visto hasta ahora están los que manejan el juguete en caída libre, el cubing submarino aguantando la respiración, terminar un cubo mientras corres o montas en un patinete o una moto o colgado de los pies.
En cuanto a su resolución, el libro de Hall reserva varios capítulos a aprender algoritmos sencillos para resolver el rompecabezas. Desde el 'algoritmo de Dios', que intenta completarlo con la menor cantidad de movimientos posibles, hasta 'la resolución Roux', que es ya para profesionales. También incluye trucos para hacerlo más rápido o para entrenar los dedos, por si a alguien le da por presentarse a alguna de las competiciones. Por cercanía, la siguiente tendrá lugar en Iruña (Pamplona) y se celebrará el 29 y 30 de marzo.