![Venezuela 2009-2024. Crónica visual de un hundimiento](/xlsemanal/wp-content/uploads/sites/5/2024/10/venezuela-alvaro-ybarra.jpg)
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Viernes, 18 de Octubre 2024
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Retratar un país lleva tiempo. Quince años ha dedicado Álvaro Ybarra Zavala a componer la imagen más amplia posible de lo que ocurre en Venezuela, resumida ahora en una exposición con el apoyo de la Comunidad de Madrid. Su 'retrato' comienza en 2008, una década después de que Hugo Chávez ganara, con el 56,20 por ciento de los votos, sus primeras elecciones.
Por aquel entonces, el fotógrafo bilbaíno llevaba tiempo recorriendo América Latina, una región marcada por los cambios políticos autoritarios y sangrientos. Golpes de Estado y represión brutal por la derecha; guerrillas y derivas terroristas por la izquierda. Así que el mensaje de la Revolución bolivariana captó su atención. «Planteaba algo diferente: un gran cambio social, redistribución de la riqueza, democracia real... Así que, diez años después, en XLSemanal queríamos ver qué había pasado con aquellas esperanzas de cambio; si la gente con Chávez vivía mejor».
Lejos de una visión de color de rosa, su primer reportaje (XLSemanal del 29 de noviembre de 2009) dirigió la atención hacia uno de los rincones más tenebrosos del régimen: los grupos paramilitares para el control de los barrios –inspirados en los de las revoluciones cubana y nicaragüense– conocidos como 'colectivos'. «Era un tema tabú, nadie se atrevía a hablar de ellos. Iban armados y la gente se apartaba o se metía en casa al verlos llegar».
Un paisaje familiar para Ybarra Zavala tras haber convivido y retratado años antes a las Autodefensas Unidas de Colombia: «Lo primero que pensé fue que, a pesar de su barniz de izquierdas, no había grandes diferencias entre los colectivos y el paramilitarismo colombiano». Pocos días después constató, además, que gozaban de acceso directo al palacio de Miraflores, sede de la Presidencia. Los colectivos se convirtieron así en el primer reflejo de un modo de gobernar que no encajaba con el mensaje seminal del chavismo.
Tras la publicación hubo amenazas y acoso, pero nada apartó al fotógrafo de su determinación inicial de completar un cuadro amplio sobre la vida bajo el autoproclamado socialismo del siglo XXI. Quince años después, Ybarra Zavala ha perdido la cuenta de sus visitas al país. Colocado en la 'lista negra' del régimen liderado por Nicolás Maduro desde la muerte del mito Chávez, en 2013, siempre lo hace de forma clandestina.
Y así, foto a foto, ha registrado la vida cotidiana de los venezolanos; su lucha por sobrevivir a pesar del hambre y la escasez, de la violencia callejera e institucional, de la persecución política, de la desesperanza, del miedo, del terror...
Ha retratado el éxodo –más de 7,7 millones de personas han dejado el país– y la catástrofe petrolera en un país dueño de las mayores reservas del planeta, cuya producción ha colapsado desde los 3,2 millones de barriles diarios, cuando Chávez llegó al poder, a los 735.000.
También ha retratado la muerte –«cadáveres, por desgracia, he visto muchos»– y la degradación social que implica habituarse a ella. «Una vez, en Maracaibo, unos chicos hallaron el cuerpo de una chica quemada viva en un descampado. Me acerqué y, al empezar a disparar, un montón de gente comenzó a posar junto a él al modo Instagram. Fue brutal. Así de bestia es la pérdida de valores, la disfuncionalidad del país», ilustra.
«Los venezolanos están cansados y se sienten abandonados. La decepción es general, pero, ojo, también con la oposición y la comunidad internacional, que no han estado a la altura». Por todo ello Venezuela es, para él, una advertencia; un ejemplo de que las democracias actuales son propicias al 'golpe de Estado desde dentro'.
«Cuidado con quienes se adueñan de términos como 'libertad', 'democracia', 'equidad', 'derechos humanos'... y aprovechan las debilidades del sistema, dividen a la sociedad y propagan el odio para tomar el poder y secuestrar a una sociedad entera. Esta es la lección que nos ofrece Venezuela».