Alberto Flores
Granada
Domingo, 14 de marzo 2021, 13:06
El coronavirus se ha cobrado muchas víctimas durante el último año. Los efectos de la pandemia son palpables en todos los ámbitos de la sociedad y a nivel económico quienes más han sufrido los golpes de la covid-19 han sido los pequeños y ... medianos comercios. Unos negocios que no encontraron ayuda tras la crisis de 2008 ni tampoco ahora con la del coronavirus. Uno de ellos es Jaldo Moda, un establecimiento de los de toda la vida que llevaba en la Avenida de Dílar del Zaidín 55 años y que el coronavirus ha empujado a una decisión inevitable: su cierre.
Publicidad
Otros negocios que cierran
«La verdad es que todo esto ha sido muy difícil, se unen sentimientos de nostalgia y ha sido complicado tomar esta decisión», cuenta Roberto Jaldo, que junto a su hermana María José dirigía desde hace 15 años el negocio familiar al que dio vida su padre José. Sobre los motivos del cierre definitivo de su tienda, Roberto asegura que no solo ha sido por el coronavirus: «llevamos desde 2008 arrastrando los efectos de la crisis y el abandono al pequeño comercio, la pandemia lo que ha hecho ha sido empujarnos a tomar esta dura decisión». Una decisión que ya meditaban antes de que el virus llegase a España el pasado 2020.
La falta de ayudas y el olvido hacia los negocios locales, los más pequeños han sido los principales causantes de su cierre. «Llevamos mucho tiempo reclamando ayudas, subvenciones, pero nunca hemos encontrado apoyo», cuenta Roberto, que asegura resignado que «sin embargo, a los grandes centros comerciales sí que les han ayudado», algo que «ha destrozado a muchas familias y negocios». Aunque el gerente de Jaldo Moda también reconoce que es necesario hacer autocrítica porque muchos negocios como el suyo no han sido capaces de adaptarse a las nuevas circunstancias del mercado como el auge de la venta online. Sin embargo, lo que tiene claro es que muchos ciudadanos no son conscientes de lo que está pasando con los negocios pequeños de la ciudad: «no apoyar al pequeño comercio conlleva la destrucción de empleo y que se muera el negocio local».
Durante los últimos meses han estado liquidando su tienda para poder cerrar y no generar deudas, algo que ha sido complicado debido al coronavirus. «Ha sido un proceso de mucho desgaste psicológico. Hemos estado muy limitados con los horarios y las restricciones y nuestros clientes tenían miedo a venir a la tienda por si se contagiaban», argumenta. No se arrepiente del cierre aunque reconoce que es «muy difícil» tener que abandonar la empresa que fundó su padre aunque no le quedara otro remedio.
Sobre las perspectivas de futuro, Roberto asume que tendrá complicado readaptarse al mercado laboral a sus 47 años para encontrar un nuevo trabajo, algo que «será complejo» a corto plazo. Misma situación que augura a muchos otros comercios como el suyo de la capital granadina, a los que considera que todavía les queda un duro año por delante. «Creo que solo aquellos que tengan un respaldo económico grande o un fondo reservado en su cuenta bancaria podrán aguantar lo que nos queda de pandemia».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.