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Flores de almendro en las laderas de Albuñol en el día de Reyes de 2020 J. E. GÓMEZ

Primeros paseos entre los almendros en flor de Granada

La bonanza climática acelera la floración de miles de árboles que tapizan de blanco y rosado las laderas de la Contraviesa y la Alpujarra baja

Jueves, 9 de enero 2020

El invierno torna al verde la imagen de las umbrías de los cerros, la inversión térmica que impide la evaporación de la escarcha y el rocío provoca una finísima lluvia, casi imperceptible que empapa los campos. La vegetación aprovecha la humedad y los escasos rayos de sol para tapizar el suelo y prepararlo para las especies que forman la vanguardia de la primavera aún lejana. Los almendros son los primeros en detectar si el clima es propicio para su desarrollo y florecen, primero de forma tímida, incipiente, con temor a que las heladas quemen sus flores, pero con la menor posibilidad de bonanza climática (como ocurre en este inicio del invierno de 2020) su presencia se convierte en una explosión de flores blancas y rosadas que puntean los cerros ya pintados de verde.

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Aunque por el momento la floración no está en su fase de mayor esplendor, ya se puede hacer la primera de las rutas que nos lleven a disfrutar de algunos de los paisajes más impresionantes que los árboles de flores blancas protagonizan en diversas zonas de Granada y preparar otras que se adentran por tierras del interior de la provincia

Los almendros ya están en flor en las zonas bajas de la Contraviesa, la Alpujarra y algunos puntos del Valle de Lecrin. La ruta desde La Rábita, en el extremo más oriental de la costa granadina, hacia el corazón de la Contraviesa se puede considerar la ruta de los almendros tempranos. Se inicia junto al casco urbano de Abuñol, a solo 5 kilómetros de la costa. Las laderas del cerro del Gato, donde los almendros ocuparon el espacio de las vides diezmadas por una plaga de filoxera en los años 80 del siglo XIX, ya ofrecen un espectáculo de zonas punteadas por el blanco de los árboles aferrados a empinadas laderas. Pero la floración se hace patente en el ascenso dos carreteras, la que conecta con Albondón, Ugíjar y sube hacia la Apujarra oriental y a que conecta con Órgiva a través de Polopos, Sorvilán y el Haza del Lino, una subida hasta un millar de metros de altitud que, con mil y una curva, recorre los almendrales y los nuevos viñedos, todo ello a la vista del mar de Alborán.

Tanto desde Órgiva, como desde Albuñol, es un trazado tortuoso por una carretera que aunque es asfaltada y mantenida de forma regular, con alguna mejora, mantiene la estructura de hace un siglo. Pero esa singularidad obliga a una conducción tranquila y sosegada lo que permite la contemplación y el disfrute del paisaje. Un recorrido recomendado desde la ciudad de Granada es tomar la desviación hacia Órgiva, subir al Haza del Lino, bajar a Albuñol y llegar hasta la costa, por la Rábita, para volver a la ciudad por la autovía de la Costa y la de Motril. Una forma especial de conocer paisajes inéditos para muchos granadinos y adentrarse en un territorio que, en su mayor parte, aún permanece virgen.

En otros espacios de la provincia, más fríos, la floración comenzará en pocas semanas. El Valle (en el que ya se ven algunos grupos de almendros en flor en puntos más cálidos) será el siguiente dejarse cubrir por la marea blanca de los almendros, que se extenderá hacia la ciudad, sus jardines y la Sabika, para llegar, después al altiplano del centro y norte de Granada.

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A pesar de que no tiene proximidad con el mar, las tierras de Alhama poseen espacios donde las copas blancas y rosadas generan imágenes inolvidables. Un paseo por la zona superior de los tajos de Alhama es caminar entre árboles blancos con la imagen de la ciudad de Alhama al fondo y abajo, el río y el camino de los Ángeles.

También en la zona de Guadix y Baza, en Orce y Huéscar, los territorios esteparios son tierras de almendros.

Energía

La flor del almendro, como en otras especies de árboles frutales y arbustos, aparece sobre las ramas casi secas en pleno invierno antes de que nazcan las hojas. Es el método que tienen las especies para aprovechar la energía que le han aportado las lluvias y la escarcha. No desperdician ni un ápice de esa capacidad energética en generar el manto verde y la usan en la floración, que es lo que les garantiza su reproducción, por lo que generan una gran cantidad de flores muy vistosas para atraer a los insectos que ayuden en la polinización. Los pétalos caerán y aparecerá la vaina que contiene la almendra. Con la misión cumplida, comenzarán a crecer las hojas, lo que provocará un cambio en el paisaje, cuando los cerros tornan del blanco al verde

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Mapa de la ruta de la Contraviesa

Puede hacerse completa o de manera parcial. Lo más cómodo es entrar desde la Costa por La Rábita y subir hacia Albuñol y las laderas de la carretera de Albondón o la carretera de Órgiva y volver desde cualquier punto. Pero la ruta más completa es la circular que comienza en Órgiva continúa hacia el Haza del Lino y Albuñol. Termina en La Rábita y vuelve a Granada por la costa.

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