Vista de la Alcaicería en 1892. BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

La Alcaicería, el recinto con diez puertas donde se vendía la seda de Granada

Granada Arqueológica ·

Intervenciones arqueológicas han desvelado las estructuras comerciales de la primitiva construcción entre los siglos XI y XII

ÁNGEL RODRÍGUEZ

Domingo, 15 de noviembre 2020, 13:02

Durante la Baja Edad Media, el comercio entre Oriente y Occidente a través de la conocida como Ruta de la Seda jugó un papel fundamental en las relaciones económicas y culturales entre ambos mundos. La alta demanda de este producto provocó además el desarrollo de ... otros centros productores de seda que se insertaron de forma periférica al eje principal de la ruta, desde el extremo Oriente hacia el Mediterráneo, favoreciendo el desarrollo de la economía en amplias regiones. La fachada mediterránea de la Península Ibérica se benefició de este proceso, y de forma muy especial el reino de Granada, donde se producía una seda de gran calidad, apreciada por los italianos, que la introducían en el resto de Europa a través de sus circuitos comerciales.

Publicidad

Cuenta la tradición que fue en el siglo VI d.C. cuando el emperador bizantino Justiniano consiguió el 'secreto' para la elaboración de esos magníficos tejidos, introduciendo la sericultura en Europa. Pero no fue hasta la llegada de los musulmanes a la Península Ibérica cuando se desarrolló de forma importante. En la Córdoba califal existían organismos asociados al Estado relacionados con la producción, comercialización, y por su puesto, fiscalización de la seda. Ya en el siglo X era reconocida por su calidad la seda que se fabricaba en el distrito de Ilbira, es decir, en el futuro reino de Granada.

Detalle de la decoración zanarí. IDEAL

De hecho, por el alto valor añadido del producto estuvo siempre controlado por los distintos poderes, obteniendo importantes beneficios. Por su carácter estratégico se creó un espacio concreto, cercado, y protegido, para almacenar y vender la seda: la alcaicería. El origen del término –en árabe al-qaisariyya– es ambiguo, interpretado como una derivación de otro de origen griego que significa 'Casa del César' por ser el lugar destinado a guardar las mercancías más valiosas. Hubo alcaicerías en las principales ciudades de al-Andalus, pero la única que nos ha llegado es la de Granada.

La alcaicería es uno de los espacios más singulares de Granada, ubicada de forma inmutable en el tiempo en pleno centro comercial, porque este espacio siempre fue así, pero camuflado entre las fachadas de los modernos edificios del siglo XIX y XX de la calle Zacatín.

Publicidad

Sus estrechas calles rectilíneas, con pequeñas placetas, abigarradas de tiendas de suvenires, es uno de los lugares más transitados por los turistas, y cuando nos sumergimos por alguna de sus puertas nos traslada en cierta medida a un pequeño zoco de cualquier parte del mundo árabe. Pero lo que vemos es una reconstrucción del siglo XIX con ciertos tintes románticos que idealizan la imagen estética del lugar que nada tienen que ver con la alcaicería medieval.

Transformación

En efecto, el incendio de 1843 y los procesos de alineaciones de calles y renovación de edificios de las décadas siguientes moldearon la actual alcaicería, añadiendo en ese momento la decoración neonazarí que uniformiza todo el conjunto. Antes de este momento lo que conocemos con certeza es que era un recinto acotado, fortificado y cerrado al resto de la ciudad, que tenía diez puertas de acceso y que en su interior se distinguía una zona donde se concentraban las tiendas en las que vendían la seda, oro y otros productos de gran valor, y otra en la que se concentraba la Aduana de la seda –espacio necesario para su control fiscal–, edificio en donde antes del incendio existían los únicos restos de decoración nazarí del siglo XIV, hoy desaparecidos, y la casa del alcalde, además de más tiendas.

Publicidad

Poco se sabe por tanto de su origen, sí de su desarrollo a partir de finales del siglo XIII, coincidiendo con la firma de los primeros acuerdos comerciales de los nazaríes con los genoveses para el comercio de seda y azúcar, y de su organización interior previa al incendio, gracias a varios documentos históricos.

Y a todo esto ¿la arqueología ha podido arrojar algo de luz sobre este sitio tan especial? Aunque nunca se ha hecho un estudio arqueológico general del recinto, y siendo conscientes de que la reconstrucción de 1843 hizo desaparecer para siempre una buena parte de la alcaicería medieval, hay varias intervenciones arqueológicas interesantes desconocidas. La primera se hizo en 1996 cuando se rehabilitó el edificio que hoy ocupa el centro de Arte José Guerrero. En su subsuelo aparecieron una serie de estructuras articuladas en torno a un patio, con un enlosado de piedra arenisca, posiblemente del siglo XI d.C. que por su carácter podía tener una función comercial.

Publicidad

Detalle de las decoraciones incorporadas en la reconstrucción de 1843. ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL

Unos años más tarde, entre 2008-2009, al renovar el pavimento y las redes de saneamiento de todo el recinto se comprobó cómo en algunas de las fachadas de los actuales edificios asentaban directamente en los cimientos de las antiguas tiendas, mientras que en otros puntos aparecieron trazados: muros medievales que en la c/ Tinte se introducen por debajo del centro Guerrero o en la actual plaza de la Seda, una construcción definida por muros de tapial paralelos, con una anchura de dos metros, muy apropiada para la función de tiendas, además de sistemas de evacuación hacia la calle por medio de una atarjea de piedra arenisca. Por esas mismas fechas se excavó también en la calle Libreros nº 10 y en la calle Ermita nº15 y en ambas aparecen ya cimentaciones de edificios de cierta importancia, asimilables a pequeñas tiendas con una fecha próxima al s. XI-XII.

Todo esto nos lleva a plantear que la alcaicería nazarí era en realidad una construcción que ya existía –quizás con la misma función pues recordemos las alabanzas a la seda granadina en el siglo X– desde fechas tan tempranas.

Publicidad

A pesar de que la alcaicería de hoy es un recuerdo romántico de la primitiva construcción mantiene el carácter reservado y hermético con el que fue creado.

Ficha técnica

  • Localización. Conjunto urbano entre la c/ Zacatín, Plaza Alonso Cano y c/ Oficios.

  • Descripción. Recinto de la alcaicería, con casi cinco mil metros cuadrados, trama urbana en parte de origen medieval y en parte renovada tras el incendio de 1843, lo mismo que la decoración de yesería.

  • Cronología. Posible origen en el siglo XI-XII, monumentalización en el siglo XIV y reconstrucción a partir del incendio de 1843.

  • Tipo de protección. La alcaicería queda englobada dentro del Conjunto Histórico de Granada, con categoría de BIC.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad