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Excavaciones arqueológicas de los vestigios árabes de los Escolapios, en 2002. IDEAL
Las huellas de los primeros árabes que visitaron Granada

Las huellas de los primeros árabes que visitaron Granada

Granada Arqueológica ·

La arqueología desveló los restos del primer asentamiento arabo-beréber en las obras del aparcamiento de los Escolapios

Domingo, 13 de junio 2021, 01:38

En el año 711 cuando Tariq cruzó el estrecho de Gibraltar y derrotó a las tropas del último rey visigodo Don Rodrigo en la batalla del Guadalete, las huestes arabo-beréberes se desplegaron con gran rapidez por toda la Península Ibérica. El grueso del ejército se dividió en dos brazos, uno de ellos remontó el río Guadalquivir para adentrarse en la meseta hasta alcanzar Toledo, y otro, al mando del gobernador del Norte de África, Musa ibn Nusayr, tomó dirección hacia la antigua Emerita Augusta (Mérida). Cuenta la tradición que uno de los hijos de Musa, de nombre Abd al-Aziz, conquistó la ciudad de Granada en el 712, probablemente con ayuda de la población judía que era muy numerosa, y que a partir de esta fecha comenzó un largo declive en pro de la vecina Medina Elvira. Su esplendor solo fue restituido a partir del siglo XI.

Ahora bien, este relato ampliamente aceptado encuentra serias dificultades cuando pretende ser contrastado por la arqueología, que nos cuenta una historia diferente. Todo parece apuntar que a finales del siglo VI d.C. se produjo un rápido declive de la antigua Florentia, la Eliberri de época visigoda, precisamente por su proximidad a la frontera disputada con los bizantinos, de modo que cuando se produjo la conquista, la ciudad debía de encontrarse casi despoblada. Las evidencias materiales de la conquista islámica son difíciles de encontrar, y restos arqueológicos de los primeros siglos de dominación árabe, también. Solo algunas huellas en las murallas más antiguas y sobretodo, restos de ocupación de la ribera del Darro, extramuros de la antigua urbe.

Uno de los hallazgos más importantes de esta época son los restos aparecidos en las obras de construcción del aparcamiento público del colegio de los Escolapios, en la margen izquierda del Genil, muy cerca del puente.

Vista aérea de 1957 de la zona del río Genil y de los Escolapios. IDEAL

En la zona del patio, a algo más de un metro de profundidad apareció en primer lugar un muro de época romana. No se trataba de una construcción asociada a algún tipo de edificio si no que era un muro de aterrazamiento o de división parcelaria de una finca rústica que estuvo en uso por lo menos hasta el siglo IV y V d.C. Formaría parte de los límites de una villa que debió existir por la zona pero que aún no ha sido documentada.

Cuando a principios del siglo VIII d.C. las tropas de Abd al-Aziz se aproximaron a Granada debieron ocupar no solo la parte más elevada de la ciudad –que como hemos dicho se encontraba francamente arruinada– sino también su entorno, mucho más rico.

En la excavación de los Escolapios, dentro del espacio acotado por el muro romano apareció una amplia zona en la que se identificaban construcciones de piedra, colocadas en aparejo de espiga, formando grandes espacios, sin divisiones, a modo de grandes cabañas, en cuyo interior había una sucesión de suelos de tierra apisonada, mezclados con restos de carbones, fauna y cerámica que ya no podía ser identificada como de época romana y que apuntaba a algunas de las características de la cerámica árabe posterior. Nos encontrábamos ante uno de los primeros asentamientos arabo-beréberes del siglo VIII que podía darnos algunas claves sobre cómo se produjo el asentamiento de éstos en Granada y su evolución posterior. Estos espacios de habitación siguieron ocupados durante los siglos IX y X, momento en el que fueron abandonados.

Ficha técnica

  • Localización Paseo de los Basilios, nº2 Granada.

  • Descripción Restos de un asentamiento árabe de primera época, del siglo VIII-IX d.C. que perduró hasta el s.X. Ocupa una antigua finca romana que se mantiene en sus límites hasta el siglo XIII.

  • Cronología Siglo IV-V d.C. para la fase romana. Siglos VIII-X d.C.

  • Tipo de protección Los restos no se conservaron, pero la zona queda dentro del ámbito de protección del Plan Especial de Protección del Centro Histórico de Granada.

Los conquistadores se asentaron en el territorio de la antigua Hispania –ahora al-Andalus– bien por medio de acuerdos con la nobleza que mantenían en gran medida el status quo previo, bien por conquista directa, usurpando las tierras de los vencidos o huidos que era repartida entre los miembros de la comunidad, es decir, entre los musulmanes. El hecho de que se produjera un asentamiento tan temprano junto al río Genil, donde además aparecieron evidencias claras de que formaba parte de una propiedad de época romana, apuntan en esta dirección. Lo que no podemos saber es si se establecieron en este lugar por medio de un acuerdo con su antiguo propietario o por apropiación de las tierras.

Lo que sí que demostró la arqueología es que esa antigua finca mantuvo sus mismos límites hasta bien entrado el siglo XIII, porque siguiendo la misma orientación y posición del muro del siglo IV d.C. apareció una extensa tapia de argamasa de época almohade, que demostraba la perduración a lo largo del tiempo de la misma finca.

Esto nos lleva a pensar que parte de la organización de la Granada periurbana entorno al Genil, en parte tuvo su origen en época antigua, que fue aprovechada durante los primeros años de la conquista árabe y que ha llegado en cierta medida hasta nuestros días.

Ibn al-Jatib, gran escritor nazarí del siglo XIV, describió la ribera del río ocupada por toda una serie de casas de campo en la orilla derecha del río entre las que destaca la Dar Hudayl, Dar ibn Mardá, la Dar al-Saninat y la Dar al-Bayda, o Casa Blanca . De todas, de la única que conocemos algunas referencias es de la última, construida antes de 1223, por mandato de Abdelgualid que llegó a ser califa almohade en estas fechas y hasta el momento se mantiene una cierta incertidumbre sobre su emplazamiento porque, aunque Ibn al-Jatib la citaba junto a las otras almunias periféricas situadas extramuros, tradicionalmente se ha buscado su emplazamiento en la orilla derecha del Genil, dentro del perímetro de las murallas del arrabal de Nayd, actual Realejo.

Iglesia de San Basilio, hacia 1910. AHMGR

Tras la conquista castellana la mayor parte de estas fincas de recreo pasaron a la nueva aristocracia cristiana y en el caso concreto que nos ocupa, según Gómez Moreno, cuando se fundó el convento de los Basilios, en 1614, lo hizo sobre las propiedades de una antigua casa de recreo conocida como Casa Blanca, cedida para tal fin por la viuda de D. Alonso Núñez Bohórquez. La iglesia actual fue construida entre 1755 y 1776 por Luis de Arévalo y sobre los restos del antiguo convento, una vez exclaustrado, se fundó el colegio de las Escuelas Pías, gracias a la donación realizada por el Duque de Gor.

Es muy significativo el hecho de que, en este punto, tan próximo al puente del Genil, encontramos una ocupación ininterrumpida desde época romana hasta el siglo XVII, donde han quedado los vestigios más claros de la temprana llegada de los árabes a nuestra ciudad, en el siglo VIII d.C.

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